Váyanse a hacer puñetas

José Vicente Domínguez
José Vicente Domínguez LATITUD 42°-34?, 8 N

BARBANZA

27 ago 2020 . Actualizado a las 13:52 h.

Hay frases fuertes que pueden aplicarse sin mayor ofensa, por cuanto no conllevan grosería ni maloliente sustantivo escatológico. Entre ellas está la de hacer puñetas. Los jueces usan puñetas. Antiguamente lo hacían para proteger las bocamangas de los puños de sus prendas de vestir, y de ahí el nombre. Tiempo ha que las puñetas se han convertido en símbolos y ritos de la Justicia. Y a decir verdad, estéticamente me parecen mejores que las blancas pelucas del Imperio Británico o de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Pero verán a donde quiero llegar. A mí, devenido en escéptico ante ciertos ornamentos tales como entorchados, tiaras, pelucas, togas, puñetas y similares, me está hartando la justicia de ciertos jueces y magistrados, cuando se meten a vigilantes de la pureza legislativa en asuntos tales como el covid-19. Todos estamos viendo como en diferentes lugares de España se están dictando sentencias que anulan ciertas medidas sanitarias emitidas por gobiernos autonómicos, alegando que «vulneran derechos fundamentales».

Esto es, jueces y juezas que se erigen en puristas leguleyos. Jueces y juezas que, con la que está cayendo con esto del covid, se preocupan de normas autonómicas promulgadas en beneficio del ciudadano pero que, según su talibán saber (de talibán, como estudiante y defensor de la pureza de la norma), vulneran derechos fundamentales tales como: llevar mascarillas, fumar en lugares públicos, arrejuntarse en discotecas y pubs o cerrar los bares a la una de la madrugada.

¡Oh señor juez no me amargue más la vida!, decía el gran Javier Krahe en su canción. ¿No les parece que esa manera de cogérsela con papel de fumar de ciertos jueces y juezas, auto erigiéndose en intelectuales sistémicos, conlleva a humanas debilidades de cierta defensa sectorial? Pues sino, ¿por qué esos vigilantes jueces y magistrados no velan igualmente por derechos fundamentales de los ciudadanos, tal que recoge nuestra tan venerada Constitución? Les recuerdo un par: «Derecho a una vivienda digna y adecuada»; «derecho al trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia». ¿Quieren los señores jueces y magistrados que siga con los derechos fundamentales del Título I de la Constitución? Vale, tomen nota: «Todos los españoles contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica».

Sí, claro, me refiero a tantos millonarios que se acogen a las Sicav para tributar al 1%. Pues ese derecho fundamental de contribución al erario público, también está en el Título I de nuestra Carta Magna. ¡Y vaya si vulnera derechos fundamentales! Señores jueces y juezas, si les sobra tiempo y no tienen otra cosa entre manos que la de anular normas sanitarias recomendadas por quienes supuestamente saben, con todos mis respetos, dedíquense a hacer puñetas.