Las grandes plataformas amenazan al sector, que ve en las redes sociales una alternativa
12 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La digitalización llegó para quedarse y ahora empieza a conquistar terreno en un sector que se resistía al cambio: el de las librerías tradicionales. La competencia de las grandes plataformas digitales, que permiten al lector comprar sin moverse de casa y recibir el pedido en su puerta, complican el día a día de los libreros, que ahora ven una oportunidad en Internet. Sumarse a la venta digital y entregar las obras directamente a sus clientes es un paso que pronto dará el sector a pequeña escala, que mañana celebra el Día de las Librerías. «Estamos en ello, es algo inevitable. Aunque el paso por el establecimiento sigue siendo importante», asegura el propietario de Ler en A Pobra, Cipriano Pose.
«Hai que modernizarse, por iso imos a comezar a traballar no envío online», indica la responsable de la Librería Nobel, Mari Carmen Lijó. Su homólogo Rafael García, dueño de la boirense El Cisne, comparte su visión y añade una alternativa más en el ámbito digital: «Estamos pensando en la venta a través de Internet y en empezar a trabajar con las redes sociales», explica García.
Este camino ya lo comenzó Inma Blanco, de Libraría Blanco, con muy buenos resultados. «Hace cuatro meses que estoy en Facebook, y gran parte de los seguidores que conseguí se convirtieron en clientes», concreta.
Efectos del covid
El coronavirus también hizo mella en el sector de las librerías. Durante el confinamiento tuvieron que cerrar sus puertas, y su reapertura trajo también un cambio en los lectores. «Notamos un repunte en ventas. La gente vio que leer es positivo», comenta Pose. Lijó señala también que durante ese período en el que no se podía salir de casa las personas encontraron en los libros y en sus historias
«unha forma de entreterse»
, por eso ya hay algún previsor que compra nuevas obras por si se decreta otro confinamiento.
La propietaria del boirense Espazo Lector Nobel, Rosa Tubío, apunta que ahora hay una mayor apuesta por comprar en el comercio local, aunque explica que sí tiene miedo a un nueve cierre de los negocios por las consecuencias que tendrá sobre el sector. Esta preocupación también la comparte la sonense María José Maneiro, de Librería Andrea. Ella, que mantuvo las puertas del establecimiento abiertas durante el estado de alarma, lamenta que en ese tiempo se vendió «poca cosa, fue un fracaso».
Retos actuales
Las librerías tradicionales viven bajo la sombra de plataformas como Amazon, que se hizo con muchos clientes debido a su facilidad de compra y entrega de los libros. «Genera varios problemas: monopoliza el mercado, varía los precios de las obras y aún por encima no deja ningún beneficio en España», lamenta el dueño de
Ler
. Para contrarrestar esto, indica que el sector trabaja en una campaña para atraer a los lectores.
Los profesionales recuerdan que la relación librero-lector se está perdiendo, igual que el paso previo a comprar un libro. «É bonito chegar, ver o exemplar, a súa portada, collelo... Esas sensacións estanse esquecendo», destaca Mari Carmen Lijó. A pesar de que cada vez más personas se suman a comprar en Internet, Rosa Tubío indica que «la gente arrimó el hombro con el pequeño comercio» tras el cierre provocado por el coronavirus.
La Librería Nobel de Ribeira prevé empezar a realizar el envío de libros comprados «online». FOTO