Hablan los barbanzanos que sí están compitiendo: «Jugar al fútbol sin público es como si fuera otro deporte»

BARBANZA

LA VOZ

Destacan la dificultad para controlar el virus, a pesar de todas las medidas que se han aplicado para minimizar el riesgo

13 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin equipos que militen en Tercera División, impensable ya en Segunda B, Barbanza vive una temporada 2020-2021 sin fútbol. Con Preferente entre dudas, la pandemia ha obligado a cientos de aficionados a dejar las botas de tacos aparcadas. Son solo unos pocos los que todavía pueden «disfrutar» del deporte rey. Confiesan que no es lo mismo sin el público alentando desde la grada. Saben que son privilegiados, pero han tenido que extremar todas las precauciones y reducir al máximo sus contactos personales.

«Seguimos na normalidade dentro da situación excepcional que vivimos», reconoce Yago Iglesias, técnico del Compostela: «Levamos tempo traballando cos protocolos e xa estamos acostumados. Cada semana facemos test, pero a competición non é o mesmo. Sen público, nin é fútbol nin nada».

De igual manera piensa Joselu Gómez, delantero y capitán del Racing de Ferrol: «Es difícil jugar en casa sin tu gente, pero sabemos que nos siguen desde la distancia y tratamos de jugar como si estuvieran en la grada. Tenemos que convivir con esta situación y siempre es mejor jugar sin gente que no jugar».

El deporte en el sur

Desde Andalucía habla Adrián Armental, ribeirense que milita en el Atlético Sanluqueño y que reconoce que la situación se ha enrarecido: «Aquí empezamos con gente en los campos, pero ahora es a puerta cerrada. Y jugar sin público es otro deporte. Te cuesta entrar en los partidos, sobre todo si son en casa».

Ellos también tienen que hacer test cada semana, así como firmar una declaración de que no estuvieron en contacto con algún contagiado con covid, pero «aún así se están aplazando partidos. Esta semana no tenemos jornada porque la dejaron libre para que se fueran disputando los que se cancelaron por el virus».

José Piñeiro, que milita en el Estradense de Tercera División, explica la situación en la categoría reina del fútbol gallego. En su caso, aún tienen gente en las gradas: «Son 150 personas, y aunque sea un número reducido, siempre es mejor contar con el apoyo de la afición». El pobrense reconoce que «antes de empezar éramos más pesimistas de lo que lo somos ahora. Pensábamos que se iba a parar a la mínima, pero se está viendo que el protocolo y la competición son fiables».

Confiado en poder terminar la liga, afirma que «si ya debíamos tener cuidado con los contactos personales, ahora todavía más». Para aumentar la seguridad, explica que les empezarán a hacer test cada viernes y que la mascarilla se ha convertido en una parte más del uniforme: «En el fútbol siempre hay contacto, pero son acciones limitadas. Ya nos cortan el uso de los vestuarios, de las duchas. Se controla el contacto al mínimo, pero estamos contentos».

Junto Herbert, al pobrense Jota Peleteiro, que milita en el Alavés de Primera, y al ribeirense José Sobrido, que juega en el filial blanquiazul y que ayer mismo acudió a hacerse una nueva PCR, ellos son la representación barbanzana en el fútbol nacional. Es Yago Iglesias el que, a pesar del sabor agridulce, reconoce la fortuna que tienen: «Somos privilexiados, pero o que esperamos é que mellore a situación e volva a normalidade para todos».