Cuatro futbolistas de la zona son la única representación en la máxima división gallega
01 dic 2020 . Actualizado a las 15:07 h.Los datos son demoledores e indican una realidad que no gustará a muchos: Barbanza no pinta prácticamente nada en el fútbol gallego. Y es que este curso únicamente cuatro jugadores con raíces en la zona militan en Tercera, la máxima categoría autonómica. Uno es Jorge Queiruga, central del Arzúa, dos son piezas del Fisterra, Herbert y Juan de Dora, mientras que el cuarto es José Piñeiro, pobrense que juega en el Estradense. Los motivos son incontables y discutibles, pero las fuentes consultadas indican dos claros. Uno es lógico, ya que al carecer Barbanza de equipos en esta división, los jugadores locales no encuentran salida. El otro es más sangrante: la falta de clubes que militen en las categorías relevantes del fútbol base motiva que los chavales no puedan crecer al ritmo del resto de Galicia.
Así lo entiende, por ejemplo, Yago Iglesias, técnico del Compostela de Segunda División B: «Hai un fútbol de Padrón cara Ribeira e un fútbol de Padrón cara o norte. Para medrar como xogador, adestrador ou mesmo árbitro, como é o caso de Miguel Ferrol, é necesario querer saír fóra ou que os equipos da propia zona os dean a coñecer. Pero logo dos descensos de Boiro e Noia é aínda máis difícil, e é moi complicado que un equipo de fóra veña a buscar xogadores aquí».
Para el de Ribeira, la clave pasa por darse a conocer pronto, cuando los chavales aún son sub-23, condición que les abre las puertas mucho más rápido. Ese fue el caso de jugadores como José Sobrido, hoy en el Alavés B; Jota Peleteiro, en Primera División, Joselu, en el Racing, o Armental, en el Atlético Sanluqueño: «Todos seguiron o mesmo camiño. E eu estou seguro de que hai un montón de rapaces que poderían estar ao seu nivel, pero non queren dar o paso porque están cómodos, ou porque quizais ninguén os chamou».
Iglesias pone el caso de lo qué ocurriría si él fuera el que tuviera que fichar: «Interésaste polos xogadores que che chamaron a atención o ano anterior, ao non haber ningún equipo da zona en Terceira non te podes fixar. É raro que un equipo de Terceira busque xogadores en Preferente».
Empezar desde la base
Con una idea similar se expresa José Manuel Pose, técnico y docente de la Escuela Gallega de Entrenadores, que afirma que la manera de comenzar a solucionar esta cuestión pasa por que «alguno de los clubes consiga meter un equipo juvenil en Liga Nacional o División de Honor. Tienes que empezar desde la base, con un cadete y un juvenil bien colocado, como fue el caso del Aguiño en su momento. Si se diesen esos pasos desde abajo todo cambiaría mucho».
Para Pose, «el potencial es igual en Barbanza que en otro sitio de Galicia, sin duda. Pero la visibilidad que tienen los chavales en ciertas categorías, influye. Después parece que hay un cierto conformismo que está instaurado dentro de la mentalidad de los jugadores. Se cree que les cuesta dar el paso para salir».
El último técnico que dirigió un equipo de la zona en Liga Nacional fue el pobrense Rubén López, quien también forma parte del cuerpo técnico de la selección gallega sub-12. Al igual que sus compañeros, defiende los motivos ya citados, pero además proporciona alguna que otra pincelada propia: «Esta comarca ten unhas limitacións que non teñen outras que están preto dos principais clubs de Galicia, como son o Celta e o Dépor».
Esa podría ser la tercera pata del problema, ya que los conjuntos cercanos a Vigo y A Coruña nutren sus equipos sénior con los futbolistas que salen de las grandes canteras, lo que les facilita mantenerse o conformar plantillas punteras en Tercera División. Barbanza, en cambio, está en tierra de nadie, como explicaba también Yago Iglesias. «Para os rapaces, as distancias son moito máis grandes», apunta López.
Formación
El pobrense también hace hincapié en la necesidad de mejorar el fútbol formativo. Es por ello que destaca la necesidad de centrarse en el desarrollo del jugador y no solo en ganar: «É clave para os rapaces de 16 ou 17 anos que teñan que competir contra rivais fortes, que fagan adestramentos similares aos dun Terceira. Se non estás esixido ao 200 %, déixaste levar e logo é moi difícil chegar. Limítase a progresión».
Lo que tienen claro los tres es que aunque se determinen cuáles son las causas, las soluciones tardarán en llegar, a pesar de que se tomen las medidas adecuadas. «Hai que ter paciencia. Meterse nas ligas nacionais vai a levar moito tempo», cierra un Yago Iglesias que sabe que otro camino conducirá a lo mismo, a que Barbanza siga desaparecida del fútbol gallego.