Guardas jurados con perros vigilaban los bancos marisqueros de A Pobra

BARBANZA

la voz

La cofradía municipal contrató los servicios para evitar la acción de los furtivos

06 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los mariscadores de A Pobra do Caramiñal mantienen una lucha constante contra el furtivismo. Hace 30 años, para cuidar sus bancos marisqueros y evitar que fueran esquilmados, contrataron un servicio de guardas jurados que contaban con un añadido: perros entrenados para combatir la delincuencia.

La cofradía pobrense decidió optar por esta alternativa para cuidar sus bancos marisqueros y evitar que los furtivos se llevaran los bivalvos que crecían en ellos. Los trabajadores tampoco podían extraerlos, ya que no tenían aún la talla mínima fijada por la normativa autonómica y la Consellería do Mar había cerrado el marisqueo en todas las concesiones del pósito.

Antes de contratar este servicio de guardas acompañados por perros también habían valorado la opción de vigilar las playas a caballo, algo que se venía dando en otros puntos de Galicia. Finalmente dos guardas jurados uniformados, dotados de radiotransmisores, y un par de perros fueron los encargados de controlar los bancos marisqueros del municipio durante las bajamares diurnas y nocturnas. Los miembros del servicio de seguridad habían asegurado que la ferocidad de los animales podía disuadir a los furtivos.

Era la primera ocasión que una cofradía de la comarca barbanzana contrataba este tipo de servicios para luchar contra los mariscadores ilegales, aunque algunos pósitos de las Rías Altas ya habían comprobado su efectividad.