El campo y el rival frustraron la faena del Puebla a tres minutos del final

El Puebla se enfrentó ayer a dos rivales: al O Pino y al campo de Cadreche. A pesar de todo, llegó al descanso por delante en el marcador, aunque fuese por la mínima y de penalti, gracias al acierto de Viturro, y con el pesar de haber fallado otro, por parte de Adán.

En la primera parte, los locales fueron muy superiores y debieron llegar al descanso con una ventaja más amplia, no solo si hubiesen convertido la pena máxima, sino también si aprovecharan dos claras ocasiones de Sera y Viturro.

Máxima del fútbol

En fútbol ya se sabe que el que perdona acaba pagándolo y fue volver de los vestuarios y ver a un Puebla totalmente distinto, que no sabía adaptarse al rival, ni mucho menos al terreno de juego: pequeño y de hierba artificial, justamente las características del campo de O Pino, que parecía que jugaba en casa: directo, agresivo y cerrándose bien.

Con todo en contra, el Puebla se plantó a cinco minutos del final con el 1-0, pero ya se veía que a los locales se les estaba haciendo largo el choque.

Incomprensiblemente, los pueblistas se vinieron abajo en la recta final del partido, primero, encajando el gol del empate, lo que desanimó todavía más a los chavales que si no habían tenido bastante mala suerte con el penalti fallado y el empate cuando se acercaba el pitido final, en el último minuto encajaban el segundo tanto visitante.

---

---