Turrón de castañas, anchoas en mantequilla y vino de Coppola, en el paraíso de Tucho Sampedro

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El popular distribuidor de vino barbanzano ha ampliado su negocio incorporando alimentos de máxima calidad

26 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando un amante de las bebidas y la alimentación delicatesen entra en la Vinoteca de Tucho tiene la sensación de encontrarse en el paraíso de los productos de máxima calidad. Vinos de todas las denominaciones de origen gallegas y de las principales de España, así como otros importados, se exponen en perfecto orden realzando la decoración de un local que ha sido sometido recientemente a una ampliación y mejora que le permite, como el propio Tucho Sampedro cuenta, reunir cada viernes a clientes y amigos para realizar degustaciones: «La puerta está abierta para quién quiera», señala.

Como si de un paseo por un museo se tratase, el propietario va explicando cada rincón de un local aprovechado al máximo, que hasta hace poco estaba ocupado en su totalidad por vinos, pero que ha ampliado la oferta a alimentos supremos, de esos que emocionan no solo al probarlos, sino al descubrir como son elaborados, de lo que se encarga de explicar Tucho, que no solo adquiere los artículos, sino que se interesa de cómo se hacen y de dónde vienen.

Confiesa Tucho que su pasión es el vino, pese a que vive a su lado desde hace treinta años, cuando creó la empresa de distribución que todavía hoy es el pilar del negocio que desde hace veinte años está físicamente localizado en un extremo de la ribeirense avenida de As Carolinas, recientemente humanizada y mejorados sus servicios, lo que ha contribuido a dar visibilidad al establecimiento.

Darse un homenaje

Y como ya se sabe que el buen vino se degusta mejor con algún tentempié de no menos nivel, fue así como Tucho Sampedro decidió ampliar el negocio para que aquel que entre se marche con lo necesario para darse un homenaje gourmet o hacer feliz a las personas de buen diente y mejor paladar a las que se pretende agasajar. No en vano, en la misma tienda se preparan cestas, lotes y cajas de regalo tan propias de estas fechas y de las que se pueden ver un buen número de ellas de todos los precios y con todo tipo de contenidos.

Tucho ejerce como mejor guía de su particular museo y se para especialmente en esos productos que más pueden sorprender y que están al alcance en su negocio: «Este es queso fresco gallego de cabra. Está buenísimo, pero también lo está en semicurado o el que está en aceite, que lo conserva, pero no influye en su sabor».

En una esquina tiene las pocas botellas de Vega Sicilia que pudo adquirir «porque los chinos agotan las cosechas». «Mis películas favoritas son el El padrino y Apocalypse now —y qué tiene esto que ver con el vino, se pregunta uno—, por eso tengo esta botella de vino de la bodega de Francis Ford Coppola que mira tú lo prácticos que son los americanos: con tapón de rosca». 

Tucho Sampedro presume de lo gallego y expone los mejores vinos de las denominaciones de origen: «Los mencías han mejorado mucho, y entre estos y los Ribera del Duero le están recortando mercado a los Rioja», explica el ribeirense, y añade que los Rueda, por su parte, predominan en el mercado español, menos en Galicia, que imperan los albariños y los ribeiros.

Jamones ibéricos de bellota que, para que a los perezosos no se les acaben secando en el jamonero, ya los oferta cortados por un especialista y envasados al vacío, conservando todas las propiedades y sabores, apunta el distribuidor ribeirense, al tiempo que señala los lugares reservados para los vinos de Barbanza y las conservas delicatesen también elaboradas en la comarca, que comparten espacio con las populares anchoas de Revilla, una de ellas, en mantequilla: «Hasta tengo turrón de castañas hecho en Galicia».

Y como buen anfitrión, abre una botella, corta jamón y lomo y sigue instruyendo sobre como disfrutar la vida por el paladar.