Tres catamaranes permitirán a los invitados seguir de cerca la prueba
17 jun 2022 . Actualizado a las 19:39 h.Este sábado se disputa la primera jornada de la regata Ramiro Carregal Rey, con salida a las 12.00 de Portosín, y el domingo se celebrará la segunda jornada, con una vuelta a la isla de Sálvora, tras salir del Náutico de Ribeira y regresar a este, pero embarcaciones y tripulantes ya saben que, tras la competición en la que se pone en juego el trofeo Gran Faro de Corrubedo, que quedará depositado en la sede de la entidad ribeirense o la sonense, en función de que el barco que la gane tenga su base al sur o al norte del faro, la semana siguiente hay que volver a timones, velas, escotas y cabos y regresar al mar para disfrutar de la regata Frinsa, que tiene carácter competitiva, pero también lúdico. Por ahora, había 40 barcos inscritos.
El presidente del Náutico de Ribeira, José Luis Torres Colomer, explicó en la presentación que la regata Frinsa, que alcanza la edición número 21, se debe al especial interés de Ramiro Carregal por mantener una competición que ya es una clásica en el mundo de la vela. Detalló que ya se cuenta con cuarenta barcos inscritos: «Después de haber pasado estos años de covid, Ramiro tiene interés en que se celebre y que nos encontremos luego en un gran almuerzo marinero, como antes de la pandemia». Torres agradeció el apoyo de Ramiro Carregal para celebrar la regata y juntar a la gente de la vela.
El comodoro del Náutico de Ribeira, José Luis Lomba, desgranó los detalles técnicos de la regata. Tiene hora de salida y de llegada, a las 12.00 y a las 15.00, respectivamente, y eso se debe a que el comienzo del almuerzo está fijado para las tres, de ahí que se trate de una competición cronometrada.
Veinte recorridos
Con el fin de conseguir cumplir el horario, la organización ha establecido una veintena de recorridos, de los que se elegirá el definitivo en función de las condiciones meteorológicas reinantes. La novedad es que, en esta edición, se incluyen en esa veintena de opciones dos recorridos al viento entre dos balizas situadas a una distancia de milla y media, a los que habrá que dar dos o tres vueltas.
En cuanto a los recorridos costeros, Lomba concretó que el que más gusta a los habituales participantes es el numeral 3, en el que hay que dejar por babor la señal de O Castro, Esqueiros, isla de Rúa y Ter. Asimismo, avanzó que habrá distancias diferenciadas para barcos grandes y pequeños. Además, a las tres clases habituales de regata, crucero-regata y crucero, se añade una más, la de monotipos.
Ramiro Carregal explicó los orígenes de esta regata, rememorando los tiempos en los que la flota navegaba hasta la isla de Sálvora, donde se celebraba el almuerzo. Explicó que este año se pone un catamarán más porque, además de las familias de los regatistas, hay mucha más gente interesada en ver de cerca la competición.
El anfitrión se declaró orgulloso de promover tanto la regata que se disputa este fin de semana como la Frinsa, del próximo sábado: «Siempre digo que si no hubiese regatas, habría que inventarlas», concluyó.