Unas 1.500 personas participaron en la extinción del incendio de Barbanza

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Sainza Pardal

Al personal movilizado por Medio Rural se sumaron bomberos de los consorcios de A Coruña y Lugo, servicios municipales y el Ejército

14 ago 2022 . Actualizado a las 20:17 h.

El enorme incendio que hace una semana seguía activo y avanzando por la sierra de Barbanza fuera de control es, a día de hoy, uno de los mayores siniestros forestales registrados en Galicia este año, que ya es decir teniendo en cuenta la devastación causada por el fuego desde el pasado mes de julio. Las llamas arrasaron unas 2.200 hectáreas de monte, pero además amenazaron varios núcleos de viviendas, de ahí que en la zona se desplegase un dispositivo de extinción con pocos precedentes. Un cálculo somero tomando como referencia los datos que diariamente aporta Medio Rural sobre los medios enviados permite afirmar que el incendio de la semana pasada movilizó a unas 1.500 personas.

Profesionales de los servicios de emergencias de la comarca, con años de experiencia en la extinción de incendios, aseguraban una vez que la situación se tranquilizó que se hizo un buen trabajo: «Houbo unha boa coordinación. Por desgraza temos moita experiencia en grandes lumes e imos aprendendo».

Labor fundamental

La coordinación es fundamental para evitar desajustes y que los equipos movilizados se estorben unos a otros sobre el terreno. Este trabajo se realizó desde el puesto de mando avanzado que inicialmente se instaló en Boiro —donde comenzó el incendio— y luego se desplazó a Ribeira, donde fue preciso desalojar a unas 700 personas.

En esta labor de evacuación también participaron profesionales que no figuran en el recuento porque no actuaron directamente en la extinción, pero sí tuvieron un papel importante. Policías locales de distintos municipios, Guardia Civil, Policía Nacional y Autonómica se sumaron al dispositivo para garantizar la seguridad de los vecinos. Se ocuparon también de la vigilancia especial que se estableció sobre el hospital de Barbanza entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, ante el temor de que la densa humareda provocada por el incendio pudiese llegar al complejo.

En cuanto a los medios de extinción propiamente dichos movilizados por Medio Rural, sobre el terreno estuvieron trabajando numerosos efectivos terrestres y aéreos. Entre técnicos, agentes forestales, brigadas, conductores de motobombas y pilotos de los 15 hidroaviones y 12 helicópteros que regaron la comarca para tratar de frenar el avance de las llamas, la consellería movilizó a más de un millar de personas, y que no fue hasta este viernes, sobre las 20.00 horas, que se dio finalmente por extinguido, ocho días después de que las llamas comenzaran a moverse por toda la comarca avivadas por un intenso viento del nordeste.

Unidad militar

A los medios de Medio Rural, se sumaron más de medio centenar de soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y un amplio abanico de personal municipal. En los trabajos de extinción participaron los equipos de emergencias de Boiro y Ribeira, así como el GES de Muros, así como integrantes de Protección Civil de A Pobra.

Al haber viviendas amenazas, también se movilizó a los bomberos, y además del personal de los dos parques barbanzanos, el Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento de A Coruña envió refuerzos procedentes de Cee, Carballo, Arzúa, Betanzos y Santa Comba. También acudieron a la llamada los bomberos de la ciudad de A Coruña, y dos dotaciones del consorcio provincial de Lugo.

La Axencia Galega de Emerxencias (Axega) estuvo muy presente en la comarca en los peores momentos, tanto en el puesto de mando como con los camiones nodriza desplazados a los puntos calientes del incendio para abastecer a las motobombas que estaban sobre el terreno.

En total, unas 1.500 personas trabajaron sin descanso para controlar el fuego con el apoyo, también, de muchos vecinos que colaboraron como pudieron con cisternas de agua, mangueras y cuanto tenían a su alcance para echar una mano.