El asturiano volvió en A Pobra de su retiro deportivo tras sumar 506 partidos en la competición, un récord absoluto logrado tras más de veinte años sobre la pintura
14 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Manuel Sánchez (Ribadesella, Asturias, 1981) llegó a competir en algunas de las canchas más ilustres del país. Jugó dos minutos en el Buesa Arena ante el legendario juego interior de Baskonia, liderado por Luis Scola. También lo hizo contra los hermanos Reyes, del Estudiantes, en una abarrotado Palacio de Vistalegre. Manuel Sánchez, un pívot de 2,08 metros de estatura, tocó la élite del baloncesto español en Gijón. Aunque haría historia tres categorías por debajo.
El asturiano ostenta el récord de partidos disputados en Liga EBA, con 506 encuentros a sus espaldas. La gran mayoría de ellos los disputó con el Chantada, equipo al que llegó en el 2007, con 24 años, y del que se marchó rumbo a A Pobra tres lustros más tarde, junto a su mujer, Estefanía López, y su hija Carla, de dos años. «Hemos venido para quedarnos muchísimo tiempo, la verdad», apuntó el jugador, a quien, pese a retirarse oficialmente en el club lucense, le picó el gusanillo en la ría de Arousa: «Me apetecía volver para hacer deporte y también porque se conoce a mucha gente». Dicho y hecho. Contactó por redes sociales con el Congalsa Pobra y se enroló en sus entrenamientos. El presidente del club, Eloy Sobrido, consiguió convencerle para que, este curso, volviera al ruedo. «Me estoy divirtiendo mucho y los compañeros son gente majísima», apuntó el ex del Chantada, que junto a otro veterano como Fernando Adrán, ponen su hoja de servicios al servicio de una plantilla joven e ilusionada, tras lograr el ascenso el año pasado.
«Condiciono el juego del equipo. Cuando recibo el balón se cierran mucho sobre mí. Intentamos generar más movimientos para que los demás puedan quedar solos», apuntó el riosellano, que por el momento no acusa la inactividad. «Llevo treinta minutos de media, lo estoy llevando bastante bien. Toco madera», remarcó el pívot, que promedia 12 puntos en los cuatro partidos disputados por el Congalsa Basket esta campaña.
Buen recibimiento
El deportista destacó la buena acogida que ha recibido en Barbanza, tanto en su nueva casa, A Pobra, como en su lugar de trabajo, en Ribeira: «Todo el mundo nos está tratando súper bien. Además, soy de un pueblo con mar como es Ribadesella y lo echaba de menos».
Manuel Sánchez es un emblema en el Chantada, el equipo con más solera en la Liga EBA. «Vine para quedarme un año y al final fueron 15. Me fui muy pronto de Ribadesella. He pasado más tiempo de mi vida en Chantada», asegura el baloncestista, que reconoce que el trato con la directiva era muy familiar y que sus renovaciones se resolvían sin rodeos, en una charla tranquila con un café de por medio.
El nacimiento de su hija Carla le hizo cambiar de planes. Dejó el municipio lucense para acercarse a la familia de su esposa y comenzar de nuevo. «Los viajes en la Liga EBA me quitaban tiempo. Si te tocaba el País Vasco perdías todo el fin de semana». Tocaba priorizar y buscar fórmulas para pasar más tiempo con su familia. Por eso, dejó el baloncesto y cambió Chantada por Barbanza. Su vuelta al terreno de juego, después de jugar su último partido en EBA en mayo del 2021, cobra especial importancia por la presencia de su espectadora más especial: «Mi hija Carla cuando me vio jugar era un bebé y no se daba cuenta. Ahora sí, dice ‘mira, papi está jugando’».
El equipo pobrense buscará asegurar lo antes posible la permanencia. Sin embargo, Manuel Sánchez se permite la licencia de soñar con algo más que no pasar apuros. «Creo que tenemos un buen equipo para poder estar en la parte alta», reconoció el asturiano, una leyenda de la Liga EBA que todavía suma partidos.