Carnota ha rebajado de un año a cinco días el tiempo que tarda en abonar sus facturas y Boiro es el ayuntamiento de Barbanza con mayor demora en los pagos
10 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El que espera, desespera, y si de lo que se habla es de cobrar una deuda pendiente, la impaciencia se acrecienta. Lo saben bien las empresas que suministran servicios y material a las Administraciones o que realizan obras para ellas. En el caso de los entes públicos, cada factura debe ser revisada y validada por los servicios técnicos antes de autorizar el pago, lo que en ocasiones deriva en demoras que cualquiera podría considerar injustificadas. También provoca que la deuda se vaya acumulando, y las cuentas de los concellos de Barbanza permiten ver hasta dónde llega el atasco. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda —correspondientes al tercer trimestre del año— cifran en más de 4,34 millones de euros la cuantía pendiente de pago por parte de los ayuntamientos al cierre del período.
La cifra es abultada, sin duda, pero hay matices, puesto que la realidad es que la mitad de ese importe corresponde a un único concello. El Ayuntamiento de Boiro cerró el tercer trimestre con una deuda de facturas pendientes de pago de 2,2 millones de euros, una cuantía muy superior a los 956.000 que figuraban en su debe un año antes. Esta situación también coloca a la entidad boirense a la cabeza de la comarca en cuanto a la demora en el abono de recibos por obras o servicios prestados. La normativa establece un plazo máximo legal de treinta días para satisfacer las cuentas pendientes, un período que en Boiro se supera ampliamente y alcanza los 56 días.
Con todo, en las últimas semanas el gobierno local ha dado pasos para cambiar esta situación y, con toda probabilidad, mejorará sus cifras a final de año. Fueron necesarios tres plenos, pero finalmente, el pasado noviembre se aprobó un expediente de crédito de 850.000 euros que permitirá hacer frente al pago a proveedores.
Trabajo ímprobo
Si Boiro presenta los datos más elevados en cuanto a deuda y período medio de pago, otros dos concellos destacan justamente por lo contrario.
Por un lado, llama la atención la situación de Muros, que figura con cero euros en la casilla de importes pendientes, y es además el ayuntamiento barbanzano que menos tiempo tarda en pagar, lo hace prácticamente al día. Según la media publicada por el ministerio, el tiempo de espera es de exactamente 1,39 jornadas. Esta situación contrasta vivamente con la existente un año antes, cuando se tardaba más de dos meses en abonar las facturas y la deuda superaba los 447.000 euros. Con relación a este cambio, la alcaldesa, Inés Monteagudo, destacó el esfuerzo realizado en los últimos meses: «Os servizos de Intervención fixeron un traballo ímprobo».
El período de pago es una media, de manera que hay recibos que tardan algo más de tiempo en ser abonados que otros, pero en general la demora es mínima: «A mellora ten que ver sobre todo con cambios no procedemento interno para a tramitación das facturas; tratamos de axilizar todo o posible. As certificacións de obra pagámolas practicamente nunha semana, e se hai pagos pendentes convócanse xuntas de goberno extraordinarias para que non se demoren». Añadía la alcaldesa que conseguir esto supone un esfuerzo: «A ver se somos capaces de manter este ritmo, que non é fácil».
El otro caso llamativo es el de Carnota, que ha reducido de un año a cinco días el período medio de pago a proveedores. Toda una hazaña que tiene su explicación en un desacuerdo con la empresa concesionaria del saneamiento que se arrastraba desde hace años. «O resto das facturas xa se pagaban en prazo, pero esa levaba anos pendente e por fin chegamos a un acordo. Os pregos do contrato son de hai 25 anos e dan lugar a distintas interpretacións, de aí o desacordo», explicaba el alcalde, Juan Manuel Saborido.
Solucionada esta papeleta, los datos de Carnota han mejorado considerablemente, y con cinco días de demora tiene el segundo período medio de pago más bajo.
A diferencia de lo que ocurría hace un tiempo, la mayor parte de los concellos de Barbanza abonan sus facturas dentro del plazo legal de un mes y, además de Boiro, las únicas excepciones son A Pobra (48 días) y Outes (32).
En lo que respecta al conjunto de los ayuntamientos, la demora media está en 22 jornadas, frente a las 69 que tardaban al cierre del tercer trimestre del 2021.