La descarga de atún se desploma y cae a cifras inferiores a la época del covid
BARBANZA
En las instalaciones de A Pobra se alijaron hasta octubre cerca de 48.000 toneladas
07 ene 2023 . Actualizado a las 20:31 h.Tradicionalmente, el puerto de A Pobra ha sido el referente en el continente europeo para la descarga de atún y, aunque sigue siendo un punto fundamental para esta actividad, su hegemonía peligra ante el alarmante descenso de las toneladas alijadas en las instalaciones durante el año pasado. Ya en verano, los datos correspondientes al primer semestre del ejercicio apuntaban a un desplome, y los meses posteriores no han hecho más que confirmar esa tendencia. Tanto es así que, con los datos a 31 de octubre —está pendiente de cerrarse el balance anual—, las cifras caen por debajo de las registradas en el peor momento de la crisis motivada por el covid.
Aunque los efectos de la pandemia tardaron algunos meses en hacerse notar en el sector, al final, las restricciones, las medidas preventivas y los contagios acabaron afectando a la pesca de túnidos y, en consecuencia, a su transporte y descarga. Eso motivó que la cantidad de pescado alijado en el principal puerto europeo quedase bajo mínimos y, en el primer semestre del 2020, la dársena pobrense recibió algo más de 49.000 toneladas. Pues bien, la cantidad alijada entre enero y octubre del año pasado no alcanzó las 48.000.
Faltan por contabilizar los datos relativos a los dos últimos meses del 2022, pero el horizonte de las 85.000 toneladas que se descargaron en el puerto de A Pobra durante el ejercicio anterior son inalcanzables.
Aunque en Ribeira esta actividad siembre ha sido residual, ya que los buques acuden a sus instalaciones portuarias a dejar mercancía cuando no hay espacio en la rada pobrense, la bajada es muy significativa. Hasta el 31 de octubre se habían alijado apenas 149 toneladas —en el 2021, habían sido 12.250 solo entre enero y agosto—, lo que evidencia el brutal descenso de tráfico registrado en ambos puertos barbanzanos el año que acaba de finalizar.
En diciembre, desde las consignatarias que trabajan en la zona mostraban su preocupación y cifraban en torno al 30 % el descenso de la actividad, un cálculo que se ve ampliamente superado con los datos de Portos de Galicia en la mano.
Incertidumbre
El descenso de las capturas en el Atlántico es uno de los factores que han lastrado la descarga de atún, al que se suma el incremento de túnidos procesados transportados en contenedores. A todo esto, en el sector añaden otras cuestiones, como la situación económica general: «La actividad ha ido a menos porque hay muchos problemas y hay mucha incertidumbre».
La inquietud entre las empresas que operan en los puertos barbanzanos es lógica en vista de las cifras, y piden además una mayor implicación de las Administraciones que les permita desarrollar su actividad con garantías y en buenas condiciones. En este sentido, señalan que necesitan mejoras y servicios: «Hai que investir nos portos, porque desde que se fixo este peirao aquí non se investiu nada, todo é cobrar taxas e esixir moito, pero as Administracións non aportan nada».
El sector está pendiente de una reunión por las nuevas medidas para el alijo de túnidos
En medio de este contexto de dificultades y de un más que acusado descenso de la actividad en los puertos de la comarca, consignatarias, conserveras y navieras se toparon en diciembre con una notificación del ministerio con una serie de nuevas medidas y exigencias para la descarga y el transporte de túnidos congelados que, en palabras del sector, suponían «la puntilla» para la estiba. Esas instrucciones quedaron en suspenso temporal y ahora se está pendiente del resultado de una reunión con el Gobierno a la que están emplazados los diferentes actores implicados para este mes de enero.
Entre las medidas impulsadas por el Gobierno, figuraba la limitación a las descargas en días de lluvia y viento y la obligación de transportar los túnidos exclusivamente el vehículos frigoríficos cerrados, entre otras, lo que hizo que algunos pusieran el grito en el cielo porque «esto puede acabar con la actividad». En la reunión que está previsto que se celebre en las próximas medidas el sector buscará el diálogo para suavizar las medidas y flexibilizar los plazos para su aplicación.