El bombero del GES de Muros en Turquía, Miguel Montero, rescata a un joven de 26 años atrapado bajo los escombros
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BARBANZA
«Esto es devastador, no hemos parado de trabajar en toda la noche», relata el gallego
09 feb 2023 . Actualizado a las 12:25 h.«No hemos dormido desde que pusimos un pie aquí». El que habla es Miguel Montero, bombero del GES de Muros que se ha desplazado hasta la zona cero del seísmo de 7,8 de magnitud en la escala Ritcher que ha devastado la frontera entre Turquía y Siria. Pese a estar rodeado de tragedia, el gallego ha visto su primer halo de esperanza dentro de toda la destrucción al haber rescatado a un joven turco de 26 años atrapado bajo los escombros en la ciudad de Adiyaman.
Montero forma parte de la expedición de la oenegé Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE), que ha movilizado a una docena de personas, entre los que se encuentran diez valencianos, una melillense y un gallego, para prestar su ayuda en esta tragedia humanitaria. En su segundo día en territorio turco, estos voluntarios han sido capaces de salvar a un joven atrapado bajo los restos de un edificio derruido.
El gallego y su equipo llegaron a Adiyaman, zona de trabajo que les fue asignada, cerca de las 00.15 horas del miércoles tras una larga odisea desde el aeropuerto de Adana, ubicado a 375 kilómetros. Lo que debería haber sido un trayecto en vehículo terrestre de unas cinco o seis horas, acabo siendo un suplicio para los viajeros, ya que este se prolongó cuatro horas más de lo previsto debido al mal estado de las carreteras como consecuencia del seísmo.
Miguel Montero y sus compañeros fueron el primer grupo internacional en llegar a la zona, por lo que el trabajo no se hizo esperar. «Nos informaron de la situación. Tenían localizado a un joven de 26 años atrapado desde el primer día en una edificación colapsada», narra el bombero. Fuentes de la expedición explican la complejidad de la operación, ya que el joven tenía un pie atrapado, asegurando que incluso los familiares lo habían dado por muerto.
«Poco a poco, utilizando nuestras herramientas con mucho cuidado, fuimos avanzando. Tardamos más de dos horas, pero conseguimos sacarlo con vida. Esto es devastador, no hemos parado de trabajar en toda la noche», explica el gallego.
Miguel Montero y sus compañeros continúan con su labor en una de las zonas más destruidas por el seísmo, Adiyaman. Un lugar donde, pese a estar marcado por la tragedia, rescates como este suponen una inyección de energía y esperanza para seguir luchando.