El coste de la vida merma la recogida de aceite para reciclar en Barbanza

Celia Riande García
celia riande RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Green Ambiental confirma una caída del 30 % en un solo año

16 abr 2023 . Actualizado a las 20:25 h.

Que el aceite usado no se debe tirar por el fregadero es algo, pese a que se siga haciendo, más que sabido entre la ciudadanía. Son incontables las campañas que se han hecho para concienciar sobre los peligros de arrojar este tipo de líquidos por las tuberías, ya que son altamente contaminantes, y la importancia de deshacerse del llamado oro líquido mediante los puntos destinados a este fin.

Sin embargo, son muchos los factores que inciden en la cantidad de aceite que se recicla, y las condiciones de calidad de vida también influyen en el cómputo total que se realiza desde las procesadoras a finales de año.

En Barbanza, el tirón que supuso la pandemia para el reciclaje de aceite se ve mermado ahora por las subidas en el coste de vida. Es lo que indican desde Green Ambiental, la compañía responsable de la gestión de residuos ubicada en Lalín y que recoge datos de A Pobra, Lousame, Noia, Muros, Porto do Son, Outes, Rianxo y Ribeira.

En concreto, indica el administrador Javier Pardo, la bajada desde el 2020 hasta el 2022 es de un 30 % en el total de toneladas recogidas, pasando de un total de 38 al vencer el primer año de pandemia a las 27 que se recopilaron en el último año.

Subida de precios

Pese a que las causas pueden ser infinitas, Javier Pardo incide en las subidas de precios como una de las principales razones para esta importante bajada en el volumen total de aceite recogido en la comarca barbanzana: «Es lógico. Una botella de aceite ha subido muchísimo de precio, por lo que la gente lo reutiliza más, y se piensa bastante el deshacerse de él hasta que no le queda más remedio».

Esta realidad contrasta con los elevados datos de toneladas de aceite recogidas en el 2020 y el 2021, años profundamente afectados por la pandemia, en los que se produjo un alza considerable. «Antes del 2020 nos movíamos en valores similares a los de ahora, pero con el confinamiento todo cambió. Puede ser que la gente tuviera menos cosas que hacer, que se preocupase más del reciclaje y menos del dinero, pero la realidad es que subió hasta las 38 toneladas durante ambos años, y eso es una cifra bastante alta con respecto al resto», indica Javier Pardo.

Pese a la subida que significaron los años de pandemia y restricciones sanitarias, el administrador de Green Ambiental indica que continúan siendo unos valores relativamente bajos cuando se tiene en cuenta el total de población con el que cuenta la comarca: «Si calculas el volumen de aceite reciclado de media por cada habitante, continúan siendo números muy bajos. Es una práctica que todavía no está tan extendida como debiera entre la gente».

Múltiples usos

En cuanto al valor de reciclar este tipo de líquido, los beneficios van más allá de evitar la contaminación de masas de agua. De hecho, el aceite sucio se emplea para hacer biocombustibles de motores Diesel, aunque este es solo uno de los múltiples usos que tiene una vez reciclado. Es más, como indican desde Green Ambiental, este tipo de líquido puede tener numerosas salidas como son los abonos, las ceras, los barnices, distintas cremas, detergentes, lociones, jabones, pinturas, velas o incluso lubricantes para ciertas máquinas o engranajes.

Por ello, señala Javier Prado, «es un pequeño gesto de gran importancia para cuidar el planeta entre todos».

«Las latas de conservas son las grandes olvidadas a la hora de reciclar aceite»

Pese a que exista mucha gente que sí tiene como hábito el reciclaje del aceite de cocina, en ocasiones hay detalles que se pueden escapar y que tienen un fuerte impacto en la contaminación de ríos y océanos cercanos.

Uno de los más comunes, indica Javier Pardo, es tirar por el fregadero el aceite que contienen las latas de conservas: «Puede parecer una tontería, pero se estima que el 30 o 40 % del total de residuos de este tipo proceden de un gesto tan pequeño como el de no recoger ese líquido, como lo haríamos en el caso de freír algo. Las latas de conservas son las grandes olvidadas a la hora de reciclar aceite».

Por ello, lo correcto en este tipo de casos sería recoger el líquido sobrante de las latas en un recipiente, para depositarlo posteriormente en los contenedores destinados a este fin.