Farelo-Consorcio Alimentario de Galicia, un tándem empresarial que catapulta quesos gallegos
Dos derivados de vaca joven fabricados por ambas firmas acabaron entre los cinco primeros de España en el campeonato nacional
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Si hay un producto gallego que siempre deja huella en forma de premios en el Salón Gourmets ese es el queso, o más bien, los quesos, en plural, porque ocho fueron finalistas en el campeonato de España, entre ellos, Queso Arzúa Farelo, de Lácteos Farelo (Agolada-Pontevedra) y Queso Arzúa Ulloa Granxa Beley, de Consorcio Agroalimentario de Galicia (Silleda-Pontevedra), en la modalidad de queso de vaca joven, que se quedaron a las puertas de las medallas.
Precisamente estos dos derivados lácteos tuvieron más presencia en el salón madrileño, ya que uno de los coexpositores del estand de la Consellería do Mar fue el de ambas firmas que tienen como nexo común a Farelo, un negocio lácteo que peina casi 40 años de actividad y que es socio al 50 % de Consorcio Alimentario de Galicia.
Su presencia en la feria madrileña nunca pasa desapercibida por la cantidad de visitantes que se informan en el expositor de cada una de sus referencias.
Mientras Farelo se encarga de las variedades de las DOP Arzúa-Ulloa y Tetilla, Consorcio abre más el abanico, ya que, además de las dos referencias de su socio, extiende su catálogo a otras zonas protegidas, como Cebreiro o San Simón da Costa, de forma que entre ambas firmas asociadas pueden llegar a todos los puntos de venta con toda la variedad de quesos gallegos, aunque sean especialistas en los de Arzúa-Ulloa.
Gracias a esa circunstancia, el consumidor puede acceder a los derivados lácteos de las dos empresas en casi todas las cadenas de distribución.
Casi cuarenta años de continuo crecimiento
Farelo es una empresa láctea creada en 1984, con sede en Agolada (Pontevedra). El secreto de su éxito estriba tanto en su ámbito geográfico como en la apuesta por la elaboración de los quesos por los métodos tradicionales con los que consiguen hacer los quesos suaves y cremosos «como los de toda vida», aciertan a enfatizar en su eslogan publicitario. La realidad es que los resultados certifican que están en lo cierto, porque empezaron elaborando 1.500 litros de leche al día y hoy ya están en los 20.000, con una facturación por encima de los dos millones de euros.
Uno de los secretos para que el producto mantenga ese toque tradicional tan característico es que Farelo recoge los primeros camiones de leche a granjas con las que lleva trabajando toda la vida, de forma que tiene garantizada la producción con la materia primar con la que opera desde siempre.
A nivel de empleo, entre ambas empresas, suman unas docena de puestos de trabajo, además de contar con un director comercial, a los que habría que sumar la ocupación indirecta.