Insípida

Alicia Fernández

BARBANZA

19 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Pues me apunto a las tres definiciones que de este adjetivo nos propone la RAE para definir la presente campaña electoral, de cara a las municipales, en nuestra comarca. Que, me supongo, no diferirá mucho de la de otros lugares de esta mancillada piel de toro. La puesta en escena (cartelería, vídeos…) es realmente cicatera en casi todos los casos. Cochambrosa en algunos, diría. A ver, que la foto con los brazos cruzados molaba en las pinturas de Atapuerca. Hoy no resiste el filtro de una alumna o alumno de primero de Publicidad.

El programa ni importa. Cuatro notas sueltas en las redes sociales y dos anuncios a salto de mata en un mitin cubren el expediente. Incluso darán para presumir de sesudo político al candidato o candidata de turno. ¿Para qué matarse más si se incumplirá sin sonrojo ni vergüenza? Ya se justificará con las excusas necesarias en su momento. Por eso en esta campaña apenas se encuentran compromisos de cierto calado. Si los que gobernaron, gracias al covid-19, pueden presentarse a la reelección con la cabeza alta, a pesar de sus pocos logros, ¡imagínense los demás!

Y claro, en este proceloso mar, a falta de elementos de mayor fuste, nos llegan pintorescos argumentos colocados a modo de innovadoras iniciativas. Como la de una formación que nos vende que no utiliza megafonía como si fuera el avance del siglo y, a la vez, muestra de su talante progresista. Que no digo que esté mal el hecho en sí, pero que es excesivo el valor —sobre todo como elemento diferenciador— que se le quiere dar.

Lo de las redes sociales es curioso cuánto tiempo pierden en ellas para el escaso seguimiento que tienen.