El restaurante lució una decoración especial para celebrar Halloween
04 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Halloween todavía no ha conseguido calar en el calendario lúdico de Barbanza, pero poco a poco va ganando peso. Quiso aprovechar ese incipiente tirón Pablo Agraso Maneiro, propietario del restaurante Albomar de Noia, que convirtió el establecimiento en un terrorífico pasadizo en el que no faltaron brujas, fantasmas y hasta una tarta con forma de doble calavera.
«A nosa idea é aproveitar as datas sinaladas para ofrecerlle aos clientes algo distinto», explicó el hostelero. Esa es la filosofía con la que el Albomar abrió sus puertas a comienzos de junio y se traslada también a la carta del establecimiento. Su fuerte son las raciones y el abanico es amplio, abarcando pulpo, churrasco, calamares, navajas y otros productos que invitan al picoteo; pero de vez en cuando se cuelan platos muy diferentes, desde carrilleras hasta rabo de toro. Y todo con el propósito de sorprender positivamente a los comensales.
Con este mismo objetivo engalanó el pasado fin de semana su negocio Pablo Agraso, que contó con la complicidad de su plantilla de camareros, que se caracterizaron para la ocasión. La mayor sorpresa se la llevaron los asistentes a una fiesta de cumpleaños que, llegado el momento de soplar las velas, se vieron obligados a degustar dos dulces calaveras.
Pensando en la Navidad
Aunque fueron pocos los clientes que se animaron a acudir disfrazados al establecimiento, todos elogiaron la decoración y la caracterización de los camareros. Pablo Agraso quedó satisfecho con la fiesta que montó, tanto que ya está pensando en la siguiente. Será de cara a las Navidades, pero todavía no tiene claro el contenido: «Tanto podemos facer un porco ao espeto como unha mariscada».
Para las fiestas que se avecinan, el Albomar también diseñará algún menú específico, enfocado sobre todo a encuentros familiares y de amigos. Aprovechará la especial ocasión para agradecer a sus clientes el apoyo brindado: «A resposta da xente do pobo está a ser moi boa, estamos moi satisfeitos».
Aplausos para el decorado. Aunque fueron pocos los clientes que acudieron disfrazados al restaurante noiés, todos aplaudieron la decoración y también la caracterización de los camareros, convertidos en terroríficos personajes.