«5» un poemario con versos directos al alma: «É explícito e natural, como a vida mesma»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

BARBANZA

CEDIDA

Ana Lojo acaba de publicar su segundo libro poco más de un año

23 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La escritura es hermana de la necesidad, del deseo de dejar plasmado en un papel lo que se siente, quizás con el objetivo de hacerlo una bola y tirarlo a la chimenea. Moviendo rápido los dedos, ya sea tecleando en un ordenador o manchándolos de tinta con una pluma, el alma se queda un poco más calmada cuando se vacía sobre una hoja en blanco.

Eso fue lo que sintió Ana Lojo (Boiro, 1978) cuando empezó dar vida a su segundo libro allá por el año 2016, después de que falleciese su padre. Así fue naciendo poco a poco, casi sin que ella se diese cuenta 5, un poemario que acaba de publicar con Europa Ediciones.

La salida al mercado de la obra fue fruto de una bonita casualidad, una especie de juego del destino que empezó con una versión manuscrita que la autora envió a un concurso en Italia. Antes de presentarla se la pasó a su editorial, con la que también había colaborado en su primer libro, Marea morta. La decisión fue instantánea, nada más tenerlo en las manos le dijeron que la obra tenía mucho más recorrido que ser presentada en un certamen: «Non o esperaba para nada».

Por el contrario, pocas cosas son en realidad una casualidad dentro de la obra en si, cuyo título, una simple cifra, encierra un montón de significados e interpretaciones. Una de ellas es el número de estrofas que compone cada poema, que siempre son cinco, igual que 25 (el resultado de multiplicar 5 por 5) son las composiciones que esconden sus páginas.

Ya en un plano más personal, la autora destaca que se trata del número favorito de algunas personas cercanas a ella. Igualmente, piensa que se trata de una buena herramienta de márketing, ya que se puede entender en cualquier idioma del mundo y el libro está disponible en cuatro países europeos en papel y en 15 en formato digital.

Esta aventura, que empezó como una manera de echar fuera el dolor de haber perdido a su padre y acompañar a su madre en el duelo, poco a poco se fue convirtiendo en un camino de ascenso, una evolución desde la tristeza a pensamientos más optimistas: «Un amigo leu os catro primeiros poemas e díxome que estaban cargados de negatividade, por iso a partir do quinto cambia a temática».

Sin edulcorar

Comparte que sus versos hablan de cosas como el amor, la amistad o la perseverancia de manera directa, sin necesidad de darle demasiadas vueltas al texto y convertirlo en algo abstracto. «É explícito e natural, como a vida mesma», explica Lojo. Tanto es así, que considera que no se trata de poemas propiamente dichos, sino más bien de ingeniosos juegos de palabras con los que quiso poner a prueba su manera de crear y con los que busca conectar directamente con el lector.

Como quien toca un instrumento de oídas, la métrica y las normas ortodoxas quedan en un segundo plano en las composiciones de la boirense, a la que siempre le ha gustado introducir versos y juegos literarios en sus obras, como se puede apreciar en Marea morta: «En realidade non dei un salto de narrativa a poesía porque a poesía sempre estivo presente na miña maneira de escribir».

La barbanzana confiesa que el proceso creativo de las composiciones suele ser diferente en cada una de ellas y que, aunque a veces responde al deseo de hablar sobre un tema determinado, hay otras en las que simplemente se trata de una orden que le da su propio cerebro: «É algo que me ven á cabeza, de repente inspírome e sinto que teño que plasmalo no papel». Para deleite de los lectores, la escritora ya está preparando una segunda entrega.