«Se a caza non existise habería máis xabarís que persoas vivindo en moitas aldeas»
BARBANZA
La cuadrilla de A Picota logró abatir durante el fin de semana a siete ejemplares de gran tamaño
09 ene 2024 . Actualizado a las 19:32 h.En menos de un lustro, los jabalíes han pasado de ser una especie molesta para los agricultores a convertirse en una severa amenaza. Ya no solo para los cultivos agrarios —sobradamente conocida es su extraordinaria voracidad, por ejemplo, con las plantaciones de maíz— sino también para la circulación por las carreteras. De hecho, durante el 2023 se tuvo constancia de más de una docena de siniestros provocados por los jabalíes en diferentes puntos.
«É certo que durante os últimos anos criaron moito e pasouse de haber certo control sobre a especie a producirse unha sobrepoboación que causou perdas abundantes, accidentes e propiciou que se visen xabarís paseando polo centro das cidades», explica Pedro Gallardo, un experimentado cazador de Mazaricos que, junto con su cuadrilla de A Picota, se ha convertido en un azote para estos animales.
Sin ir más lejos, este grupo formado por casi una treintena de personas logró abatir durante el fin de semana a siete ejemplares, la mayoría de gran tamaño, en los montes de las parroquias mazaricanas de Arcos y Colúns.
Mantener a raya
«Collemos sete durante a xornada do sábado e escaparon outros catro que tamén eran moi grandes», reconoce el cazador que destaca la importancia de la actividad cinegética para mantener a raya el crecimiento de esta especie. «Sen as batidas sería totalmente imposible controlar a poboación de xabarís. Calquera que coñeza minimamente a situación do rural sabe que, a estas alturas, sen a caza habería máis animais salvaxes que persoas vivindo en moitas aldeas», apunta este cazador que cifra en más de medio centenar el número de ejemplares que llevan abatidos en la presente campaña. Un número al que se suman las varias decenas que también han logrado capturar el resto de cuadrillas que se mueven por el municipio.
Con todo, entre los cazadores existe la creencia generalizada de que el número de jabalíes existente en los montes de la zona se ha ido moderado de forma importante, una circunstancia que, en su opinión, ya empieza a tener un reflejo claro en la reducción de sus ataques. «Fíxose un bo traballo de control. Sempre se escollen para as batidas aquelas zonas onde hai maior número de queixas», apuntan desde la Sociedad de Caza y Pesca El Halcón, de Mazaricos, que insisten en la necesidad de que los afectados por la actividad de la fauna salvaje lo denuncien.
«Ademais de ter dereito a unha indemnización económica, a comunicación dos danos serve para que as administracións teñen constancia daquelas zonas onde hai mais ataques», explica Ramón Paz, uno de los responsables de esta entidad, una de las más activas de la zona y que gestiona un tecor (terreno cinegéticamente ordenado) superior a las 18.000 hectáreas.