«Recuerdo como si fuese ayer a un tío con una careta de Aznar encañonándome con un revólver»

Christopher Rodríguez
CHRISTOPHER RODRÍGUEZ RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Sánchez Contreras se jubila tras 35 años como policía local, cinco de ellos en Ribeira.
Sánchez Contreras se jubila tras 35 años como policía local, cinco de ellos en Ribeira. CARMELA QUEIJEIRO

El andaluz Jorge Sánchez se jubila en la Policía Local de Ribeira después de una carrera de trotamundos con capítulos en el Ejército y en el mundo del fútbol

17 ene 2024 . Actualizado a las 12:02 h.

La historia de Jorge Sánchez Contreras (Barcelona, 1964) con Ribeira es la de un amor a primera vista que se prolongó hasta el final de toda una carrera. Catalán de nacimiento, pero andaluz de sangre y de corazón, eligió ser policía local motivado por su experiencia como militar. Las vivencias las cuenta por miles 35 años después de dar sus primeros pasos como agente en su querida Granada, aunque el fin de su trayectoria se haya dado en Ribeira por decisión personal. El hasta ahora oficial de policía se jubila para dar paso a una nueva etapa con la mirada puesta en volver a sentarse en un banquillo de fútbol, su gran pasión.

Para entender la vida de Sánchez Contreras hay que remontarse a su adolescencia. Con 16 años hizo las maletas para mudarse a Madrid. La escuela militar del Ejército del Aire fue su destino durante varios años, antes de irse destinado a San Javier, en Murcia. En 1986 dejó de ejercer, volviéndose a Granada, en donde trabajó en empleos eventuales hasta que consiguió ocupar una plaza de celador en Almuñécar: «Por aquel entonces empecé a buscar oposiciones y encontré las de policía local. Como tenía bagaje en el Ejército me presenté y conseguí aprobar».

Tras esto logró ostentar el cargo de oficial, lo que le hizo tener la oportunidad de viajar a Ribeira con una comitiva procedente de Andalucía para comprobar el funcionamiento de la conocida en aquellos años como policía infantil, que tenía como objetivo introducir a los jóvenes en el oficio a la vez que realizaban un pequeño servicio comunitario.

«Estuvimos tres días en los que llovió a todas horas. Me quedé enamorado de eso, estaba acostumbrado a la falta de agua de Andalucía. A partir de ahí comencé a venir una semana de vacaciones, luego 15 días, para finalmente pasar aquí todo el tiempo que me era posible», comenta.

A raíz de esto, en el año 2009 recibió una llamada comunicándole que había quedado una vacante de oficial en el cuerpo de Policía Local de Ribeira que no dudó en aceptar. Debido a que no podía quedársela en propiedad, al año siguiente tuvo que volver a Andalucía. En el 2019 su teléfono volvió a sonar. Una jubilación en la plantilla de los municipales ribeirenses le abrió la puerta para regresar a su tierra adoptiva, esta vez de forma definitiva: «Le dije que dónde había que firmar. Quería terminar mi carrera aquí y lo he conseguido. Mi idea es, si Dios quiere, quedarme en Ribeira hasta el fin de mis días».

Infinidad de anécdotas

Casi cuatro décadas de trayectoria permiten acumular infinidad de anécdotas, aunque Sánchez Contreras destaca dos en concreto que muestran la cara y la cruz de una profesión tan exigente como la de policía.

«El punto negro de mi carrera fue en una intervención en la que le pegaron un tiro a un compañero. Nos tomaron de rehenes en un banco de Granada. Recuerdo como si fuese ayer a un tío con una careta de Aznar encañonándome con un revólver. Es difícil reaccionar en una situación así. Por fortuna el disparo lo recibió en la pierna y salió adelante, es una persona a la que apreciaré toda la vida», explica el andaluz.

En contrapunto, narra con una amplia sonrisa en los labios una de las experiencias que le tocó vivir en el comienzo de su carrera, pero que terminó por convertirse en uno de sus mejores recuerdos: «Siempre recordaré el día que ayudamos a una mujer a dar a luz en el coche patrulla. Era una persona que vivía en una familia con pocos medios y en un barrio muy conflictivo, nos llamó porque necesitaba ayuda y tuvo a un niño, creo que le pusieron Daniel si no recuerdo mal».

De su carrera también destaca las buenas migas que hizo con sus compañeros, principalmente dentro del cuerpo de Ribeira, al que describe como un equipo muy cohesionado. Desde el 30 de noviembre ya no forma parte de la plantilla, aunque deja un valioso consejo para los policías más jóvenes que están dando sus primeros pasos en la profesión: «Lo mejor es que tengan mucha paciencia. Si se hicieron policías por vocación, pues estupendo, no hay nada mejor que trabajar de lo que te gusta. Si no es el caso, deben tener mucha más calma todavía porque es un oficio muy ingrato de cara al público, aunque también es gratificante a nivel personal».

Sánchez Contreras lleva poco más de un mes retirado y no entiende como la gente es capaz de aburrirse ya que «a mí me falta tiempo para hacer cosas». Su objetivo ahora es recuperar su implicación en el fútbol desde los banquillos, su gran pasión. El andaluz es técnico superior de deportes, entrenador nacional y llegó a formar a preparadores durante años, además de dirigir el Motril, el Almuñécar o La Herradura: «Quiero volver a meterme de lleno en el fútbol, tengo mucho mono de banquillo».