Víctor Oujo, un antiguo percebeiro convertido en «influencer» de moda: «Levar saia non me fai menos home»

Laura Ríos
Laura ríos RIBEIRA

BARBANZA

El joven luce una falda larga de color oliva en las piedras a las que solía ir a faenar hasta hace poco.
El joven luce una falda larga de color oliva en las piedras a las que solía ir a faenar hasta hace poco. MARCOS CREO

El ribeirense dejó su oficio el año pasado para estudiar en Vigo y tiene miles de reproducciones en redes sociales

14 jun 2024 . Actualizado a las 04:50 h.

Moda y expresión personal son dos conceptos que van de la mano. Hace un par de siglos, los niños eran vestidos de rosa al nacer mientras que en el caso de las niñas se escogían diferentes tonalidades de azul para confeccionar sus prendas. En ellos, la mezcla del rojo y el blanco de veía más cercana al granate de la sangre, mientras que en ellas se imitaba el cian del cielo para darles una apariencia angelical.

Está claro que esto del género y la ropa ha ido evolucionando a la par del conjunto de la sociedad. Por eso en la actualidad son cada vez más los jóvenes que se cuestionan si eso de que los hombres no pueden llevar falda es más una imposición sin sentido que otra cosa.

A esta y a otras muchas conclusiones ha llegado el ribeirense Víctor Oujo Sieira, un apasionado de la moda al que no le ha dado miedo cambiar de oficio con tal de perseguir su sueño de convertirse en asesor de imagen: «Ségueme gustando moito o mar, pero o meu é a moda».

Para algunos lectores no será desconocida su cara, pues el chico cuenta con varios perfiles en redes sociales en los que acumula miles de reproducciones. Con su ya típico «que pasa chavales?», Oujo saluda día sí y día también a los usuarios que le miran a través de la pantalla. El contenido que genera llama la atención no solo por su calidad desde el punto de vista de las nuevas tendencias, sino también por su naturalidad. Lejos de los filtros y la posproducción, el ribeirense se muestra ante el público igual que lo haría ante un grupo de amigos.

A pesar de haber nacido en un lugar pequeño, el muchacho siempre ha tenido ganas de experimentar con la ropa y con aquello que la sociedad decía que no se podía hacer. No le da miedo que le miren cuando va por la calle, ni siquiera cuando se pone cosas de chica: «Levar saia non me fai menos home».

Reconoce que está en un momento de su vida en el que quiere probar de todo y demostrar a la gente que lo bonito de la era moderna es poder satisfacer su sed de creatividad sin tanto temor a ser juzgado. Y si le juzgan, rápido contesta que poco o nada le importa, que llamar la atención no le molesta, sobre todo si es por llevar puesto «algo chulísimo», señala entre risas.

En gallego

Para compartir con los seguidores sus hermosos conjuntos, el ribeirense lo hace en gallego. Piensa que es importante que las redes sociales se llenen de gente que habla la lengua de Castelao y la aplica a todos los ámbitos de la vida, también a la moda y las nuevas tendencias. «Eu teño un enorme apego a esta terra, meus avós falan galego e eu quero que se conserve. É a miña lingua e vexo que na xente nova estase perdendo moito», añade.

Sobre su modelo a seguir a la hora de meterse en el mundo de los patrones y las prendas, pone de manifiesto que en su casa «os meus pais sempre foron de vestir ben», pero que nunca se ha inspirado en alguien en concreto. Si bien admite que la suya es una generación que se preocupa bastante por la imagen, señala que siempre destacó por su manera de lucir estilo.

Es más, piensa que durante la adolescencia nadie se metió con él por su forma de expresarse, incluso admite que a lo largo de su vida ha recibido numerosos comentarios positivos: «Nunca me sentín desprazado pola xente, igual é pola parroquia onde vivía eu, pero ao contrario, a verdade é que sempre sentín bastante apoio».

El barbanzano acaba de empezar a construir su carrera, pero las bases son tan firmes que nadie puede dudar de que el camino que está siguiendo es el de la prosperidad.