Decenas de vecinos de Ribeira se quedan sin entrada para ver a la Sinfónica en el auditorio

El alto reparto de invitaciones para ver la primera actuación de la Orquesta Sinfónica de Galicia en Ribeira dejó este martes a decenas de vecinos sin entrada. La afluencia a la actuación sobrepasó las expectativas y, finalmente, las 480 butacas del nuevo auditorio de la capital barbanzana se quedaron cortas.

El revuelo empezó alrededor de las siete de la tarde, cuando abrió la taquilla para coger los tiques, pues en cuestión de minutos ya se habían agotado todos. «Deixei a miña nai sentada aquí esperando, fun aparcar o coche e cando volvín xa non había», cuenta Mari Abeijón, una de las afectadas. A su lado estaba también Vanesa Sampedro, que llevaba esperando desde las 17.00 horas y vio como la cola tan sólo avanzó un par de metros antes de que todo el mundo se desperdigase ante la noticia. 

Por su parte, Unai González, técnico de Cultura del Concello, explicó que las invitaciones habían sido distribuidas principalmente a los alumnos del conservatorio: «A orquestra pide que se convide aos rapaces que estuden música en centros certificados». Manifestó que se reservaron un total de 200 asientos para los muchachos y algunos acompañantes, y que otras 100 invitaciones fueron repartidas a los alumnos del cuarto ciclo de la Universidad de Santiago así como a miembros de la coral y alumnos de la escuela de ballet municipal.

Hasta el lugar se acercó el alcalde ribeirense, Luís Pérez, que se paró a hablar con los vecinos y aclarar el malentendido: «Esta é a primeira vez que vén a Sinfónica de Galicia a Ribeira e non vai ser a última, ímola traer de novo para que os que non entraron hoxe poidan facelo». Del mismo modo, apuntó que desde el Concello consideraron que era de recibo premiar la labor cultural de muchos colectivos que «traballan todo o ano para representar o mellor da nosa cidade». 

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