Tal y como está la cesta de la compra, comer sano comienza a estar solo al alcance de unos pocos
21 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Te machacan desde todos los frentes sobre la necesidad de una alimentación saludable como método súper eficaz para combatir todo tipo de enfermedades. Lo que ocurre es que, tal y como está la cesta de la compra, comer sano comienza a estar solo al alcance de unos pocos. Los mismos, por otra parte, que también pueden poner en práctica todos esos consejos que, junto a la alimentación, ayudan a vivir más y mejor.
De manera silenciosa, la clase media se va diluyendo, cada día cuesta más llegar a fin de mes para afrontar los gastos básicos. El pollo gana terreno al pescado y los prefabricados a las comidas caseras. Se ha hablado mucho del precio del aceite de oliva, con razón, pero mucho menos de lo que cuesta la fruta. Algo tan simple con las fresas que, por otra parte, proceden de invernadero, tienen un coste prohibitivo para muchas familias. No se salvan ni las manzanas.
Basta con hacer en cualquier supermercado una sencilla observación. Mirar, por ejemplo, cuanto cuesta una tortilla de patatas elaborada. Con un peso superior a los 500 gramos puede adquirirse por poco unos 2,50 euros. ¿Puede hacerse en casa, comprando las patatas, el aceite, los huevos y poniendo el gas o la electricidad por ese precio?. Difícilmente cuando el kilo de patatas más económico no baja de 1,70 euros.
Abundan los mensajes sobre la necesidad de una alimentación saludable sin que, como sí hicieron países como Francia, se busque poner freno a las grandes distribuidoras. Hay que comer pescado, pero el IVA, por si acaso, no se baja.