Del culto cristológico original no hay constancia hasta el año 1941
14 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Quieren las investigaciones emprendidas por distintos archivos de Galicia que hoy podamos documentar la que parece haber sido la primera comisión de funcionantes de una festividad tan arraigada entre nosotros como es esta que se consagra a Jesús Nazareno en la feligresía de Santiago de A Pobra do Deán, asociación constituida al término del siglo XIX. Festejos de carácter cívico celebrados con júbilo por los vecinos y romeros al arrimo de unos cultos cristológicos ciertamente anteriores, cuyos orígenes, supuestos en un lejano siglo XV, se explican a través de una leyenda de transmisión oral.
Cierto es que, de aquella leyenda, tal vez un recuerdo popular, tal vez un tópico literario, no queda constancia alguna sino tardíamente en las páginas del libro de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Erigida en la Parroquia de la Puebla del Deán (Caramiñal). En el año de 1941, donde figura como un relato de carácter piadoso enramado con notas históricas. Empeño de un exégeta diletante en historia y fábula de tono medieval. Atribuimos su autoría al párroco don Serafín Rivera Verdes (1941-1954), promotor de la Cruzada Espiritual Pro-Hermandad y de esa misma congregación, iniciativas que interesa para «promover la devoción a Nuestro Padre el Nazareno» e «intensificar el culto a la venerada imagen en esta parroquia del Deán». En los detalles del texto está la clave.
La creencia en las mediaciones providenciales por estas tierras de devociones tan enraizadas en el imaginario colectivo parece ser arcano. En la antigua Pobra do Deán, a lo largo de los siglos de la Edad Moderna, al Hijo de Dios se le rinde latría bajo epítomes tales que Santísimo Nombre de Jesús, Dulce Nombre de Jesús o Buen Jesús, pero solo al albor de la Edad Contemporánea, a partir del año 1806, es decir tras la fundación piadosa del canónigo cardenal Ángel José Patiño de Reloba, de Nazareno.
Tengamos claro pues que una cosa son las graves solemnidades de un culto religioso que nos impresiona con una mezcla de sorpresa emocional, fascinación y concepto estético, todo lleno de taumaturgia y de misterio, y otra, no siempre nacida al compás de los grimorios latinos aunque es evidente que amparada en la notoriedad alcanzada por la función religiosa, como son los regocijos de las celebraciones civiles que nos devuelven al goce de la vida.
Estamos ante un tipo de celebración en la que acaso como consecuencia de la misión pastoral ejercida por las órdenes mendicantes, aquí particularmente de los frailes de la Observancia de San Francisco presentes desde el último cuarto del siglo XV en el convento de Santo Antonio, tiene lugar una procesión ritual de amortajados y de féretros comprometidos en promesa y entregados en exvoto por los fieles a su Salvador.
Dos fechas
Eco de los antiguos desfiles de disciplinantes, esta teoría de ofrecimientos y gentes resurgidas por su fe, para perdurar en el tiempo, no habría de permanecer inmutable a los cambios de la Contrarreforma sino experimentar adaptaciones más convenientes al modo de entender la espiritualidad en sucesivas épocas. Advertiremos así, por ejemplo, que los cultos documentados del Buen Jesús en el ámbito local tenían ocasión en dos fechas principales señaladas del calendario litúrgico: el día de Jueves Santo, en el marco de las celebraciones de la Semana Santa, noticia del año 1531, y la dominica segunda Post Epifanía, 14 de enero, día de esta advocación, noticia del año 1572. Y no en la cadencia adoptada para tributar este homenaje nazareno desde finales del siglo XIX y durante el XX, cuando es trasladado, inmediato a la festividad de la exaltación de la Santa Cruz, 14 de septiembre, y a la celebración de los Siete Dolores de la Virgen, cada tercer domingo del mes.
Otro argumento principal sobre los cambios experimentados por este ritual al pasar los tiempos es el moderno uso de una mortaja morada por los devotos, a imitación de la túnica nazarena. Cuando por los libros de difuntos de las feligresías de O Barbanza sabemos que el aprecio del pueblo hacia los franciscanos se halla en la preparación y acto de la propia muerte de la Edad Moderna y parte de la Contemporánea, ya que la principal mortaja que adoptan a la hora de sepultarse es el hábito de San Francisco. Un santo tenido en gran estima como auxiliador de las almas del purgatorio y unos frailes especializados en la predicación de la pasión de Cristo y en la aplicación de las indulgencias, religiosos con presencia habitual en los acompañamientos fúnebres por manda testamentaria de los finados.
En su mayor parte, nuestros antepasados dispusieron para mortajas el uso de hábitos franciscanos de sayal y de picote, piezas que desde el siglo XVII eran únicamente bendecidas y adquiridas en el convento de la Orden, dato que constituye un excepcional observatorio de las relaciones que aquella comunidad de ubicación rural mantenía con la sociedad que lo circundaba.
Por lo expuesto conviene que racionalicemos cuanto de forma genérica y con sesgo simplista se tilda como de «tradición inmemorial» al pábulo de unas conmemoraciones sobresalientes. Pues toda tradición, como la memoria humana, es mutable, interesada, tornadiza, dada al juicio de valor o a la interpretación como adecuaciones al recuerdo. Todo acontecimiento antropológico tiene un origen cierto y todo evoluciona para alcanzar una permanente actualidad a lo largo de los siglos. De lo contrario se extinguiría.
PROGRAMA DE FIESTAS
La música y el homenaje a Michael Jackson, platos fuertes de esta jornada
Las fiestas del Nazareno continuarán hoy con un completo programa de actividades en el que la música será la gran protagonista, con diferentes propuestas para llegar a todo tipo de espectadores. Si ayer fueron los fans de Javi Maneiro y de Human los que pudieron disfrutar de los conciertos que ofrecieron en la plaza Segundo Durán, hoy le tocará el turno a los amantes de las bandas de música y gaitas.
Tras el disparo de las bombas de palenque, sobre las diez de la mañana, está previsto que empiecen a recorrer las calles de A Pobra los grupos de música tradicional Xiada, Son do Pote e San Xoán de Paramos. También animarán el ambiente los miembros de la banda Unión Musical de Valladares que, aunque no es la primera vez que visitan el municipio, en esta ocasión lo hará con toda su plantilla al completo. Alrededor de 70 integrantes desfilarán por el centro de la villa para luego, sobre las 12.15 horas, ofrecer un concierto en los jardines Valle-Inclán junto al resto de formaciones.
Pasacalles
Por la tarde, sobre las 19.15 horas, volverá a repetir actuación en el mismo escenario la banda de gaitas San Xoán de Paramos y Unión Musical de Valladares, y al finalizar —sobre las 21.15 horas— habrá un pasacalles de despedida de todas las agrupaciones que partirá desde la alameda pobrense con destino a la zona de O Castelo.
Ya por la noche, la plaza Segundo Durán se convertirá en el centro de las fiestas, con la actuación en primer lugar de la orquesta Trébol a partir de las 22.30 horas. Llegada la media noche llegará otro de los platos fuertes de estas fiestas del Nazareno: el espectáculo Michael Legend, dedicado a homenajear al cantante de grandes éxitos como Billie Jean, Bad, Smooth criminal, Thriller o You are not alone, entre otros.
A continuación, la orquesta Trébol realizará un segundo pase, para luego dar paso a una disco móvil que prolongará la verbena hasta la madrugada.
Para aquellos devotos que quieran asistir a la novena que se está celebrando en honor del Nazareno en la iglesia de Santiago do Deán, hoy está previsto celebrar misas a las 8.30, 17.30, 18.30 y 20.00 horas. También habrá mañana, a las 8.00.9.00 y 10.00 horas, y tras esta última tendrá lugar la salida de la procesión de As Mortallas.