La Guardia Civil celebró el día de la patrona en Barbanza agasajando a quienes arriman el hombro
13 oct 2024 . Actualizado a las 19:42 h.Ocurre cada 12 de octubre, pero no por ello deja ser digno de mención el hermanamiento de toda la sociedad de Barbanza con la Guardia Civil en el día del Pilar, una jornada que este año estuvo marcada por los reconocimientos del instituto armado a personas y entidades que arriman el hombro con el cuerpo en su labor de velar por la seguridad ciudadana.
En esta ocasión, aunque tanto en Outes como en Muros hubo también actos para festejar el día de la patrona, las actividades principales se concentraron en Noia y Boiro. A los agentes de la capitanía noiesa, se sumaron guardias y autoridades de Porto do Son y Lousame, además de familiares y vecinos en general, para participar en la misa en honor de la Virgen del Pilar que ofició José Ortoño en la iglesia de San Francisco. Entre los momentos más emotivos, destacaron la tradicional ofrenda de una corona de laurel en memoria de los caídos y el momento del himno del Pilar, que puso el broche a la ceremonia religiosa.
Luego la celebración se trasladó al claustro de la casa consistorial, donde el capitán de la Guardia Civil de Noia, Jorge Rodríguez, hizo entrega de sendas placas al sacerdote José Ortoño y a los franciscanos —recogió el galardón el padre Casal— en reconocimiento por su colaboración con el cuerpo. Con un brindis por el Pilar y por la Guardia Civil se puso el punto y final.
Primera comunión
El puesto principal de la Guardia Civil de Boiro celebró los actos de la patrona en la iglesia de Santa Baia y su atrio, adonde acudieron los representantes municipales y sociales de A Pobra y Boiro. En el templo, el párroco Juan José Bermúdez concentró la celebración de la Virgen del Pilar y la primera comunión de Aleis, hijo de guardia civil, por lo que la celebración fue doble.
A la conclusión, en el exterior, por parte de la Guardia Civil se entregaron varios reconocimientos. Uno de ellos fue a las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de A Pobra y de Boiro por sus labores de solidaridad, justicia, responsabilidad y honestidad, que «han contribuido notablemente a la seguridad ciudadana»; por «tenernos siempre presentes, por velar por los que dan seguridad y por lo que representa como persona», a Ramón Lojo Blanco; y «por su humanidad, comprensión, empatía, respeto y compromiso por los demás», a los servicios sanitarios del punto de atención continuado (PAC) de Boiro.
En el turno de intervenciones, el alcalde de A Pobra, José Carlos Vidal, dio un encendido discurso de reconocimiento al instituto armado, citando un caso en la Guerra Civil en el que efectivos del cuerpo se dividieron en bandos opuestos y, tras una lucha de muchos meses, los vencedores ayudaron a los vencidos, cerrando con un «así es la Guardia Civil». Previamente dejó claro: «Amo a Galicia non porque nacera en Galicia, senón porque sinto que Galicia forma parte de min. Pero da mesma forma, amo a España. Ás veces hai xente que nos quere facer escoller entre as dúas, como se amar ás dúas fose incompatible, pero non só non é así, senón que o amor por unha retroalimenta o amor pola outra. E aínda que normalmente en estas ocasions falo en galego, me vais a permitir aquí que hoy, Día de la Hispanidad, haga este discurso en el mismo idioma que nos une a más de 550 millones de personas».
En ausencia del primer edil de Boiro, intervino el teniente de alcalde Luis Ruiz, que recordó que la Guardia Civil es una de las instituciones más emblemáticas de España, con una larga tradición al servicio de la ciudadanía, destacando su papel fundamental para la sociedad, por garantizar el cumplimiento de la ley y la protección y derecho de los ciudadanos, que tuvo la capacidad de adaptarse a los desafíos. Calificó al cuerpo como uno de los pilares de la cohesión territorial.
Balance de actividad
Por parte de la Guardia Civil, tomó la palabra el subteniente del puesto de la Guardia Civil de Boiro, José Antonio Fernández Viqueira, asegurado que el día, además de ser el de la fiesta de cuerpo, era también el de agradecer a personas e instituciones ajenas que destacan por su colaboración e implicación, contribuyendo a la seguridad vecinal y desarrollando acciones humanitarias, «más allá del deber como ciudadanos», refiriéndose a los agasajados.
El suboficial hizo un repaso a la labor del puesto principal de la Guardia Civil de Boiro en el último año: «Hemos colaborado en innumerables servicios como la desactivación de numerosos puntos de venta de droga, incautaciones, 286 detenidos e investigados, infracciones varias, además de los 120 servicios de labor humanitaria». Aseguró que, fruto del trabajo del cuerpo, se redujeron los índices de delincuencia en la demarcación «lo que no es óbice para que sigamos esforzándonos». Reconoció que los buenos resultados no hubiesen sido posibles sin la colaboración de otros cuerpos de seguridad, como las policías locales.
Con los himnos a los caídos, de la Guardia Civil y el de España, se cerró el acto.