Fallece Luis Escurís Batalla, uno de los hermanos de la saga conservera barbanzana

«Sempre dicía que a súa afección era o traballo», señalaba el exalcalde de A Pobra Isaac Maceiras al ser preguntado por el empresario Luis Escurís Batalla. Lo cierto es que su trayectoria vital corrobora esta afirmación porque, lejos de acomodarse al alcanzar la edad de jubilación, Luis Escurís Batalla decidió emprender una aventura empresarial. Con 65 años fundó una conservera que lleva su nombre y que tiene en la elaboración de producto artesanal procedente de las rías gallegas su principal seña de identidad.

Este espíritu emprendedor le venía de sangre a Luis Escurís Batalla porque, como apuntaba el presidente de la asociación del polígono industrial de A Tomada, Manuel Durán, «pertenece a una familia de empresarios sin cuya presencia y empuje no se entendería el desarrollo económico, laboral y social del municipio de A Pobra».

Luis Escurís Batalla fue durante muchos años consejero delegado de la conservera Escurís y a lo largo de su dilatada trayectoria participó en diversos proyectos emprendidos por la familia.

De los primeros en A Tomada

En el año 1995, con los 65 cumplidos, este hombre inquieto, del que todos los que le conocieron destacan su constante búsqueda de cosas nuevas en las que poder desarrollar sus ideas, inició las obras de la fábrica que llevaría su nombre, Luis Escurís Batalla.

Su hijo Luis Escurís Pérez, que asumió el control de la factoría cuando su progenitor decidió que había llegado el momento de tomarse un respiro, recordaba que la sociedad que hizo posible el nacimiento de esta empresa se había constituido en 1994.

Explica Isaac Maceiras que fue una de las primeras empresas en instalarse en el polígono industrial de A Tomada. En constante crecimiento, la firma no tardó demasiado tiempo en situarse entre las primeras a nivel de facturación en la comarca de Barbanza. Esta empresa familiar se alejaba del concepto de las grandes producciones para centrarse en los mercados delicatesen.

Siguiendo ese afán de crecimiento, la compañía también estuvo entre las primeras que, en cuanto se constató la ampliación del polígono, solicitó permiso para incrementar sus instalaciones.

Era amigo de sus amigos»

Quienes tuvieron la oportunidad de tratarlo estrechamente subrayan su lealtad: «Era amigo de sus amigos», manifiestan. También ponen de relieve su carácter luchador, lo que le llevó a no rendirse nunca y a encontrar siempre la brújula de su camino.

Comenta Isaac Maceiras que era un hombre al que le gustaban las tertulias: «Encantáballe conversar e era unha persoa moi humana. Márchase un gran empresario e amigo».

Luis Escurís Batalla, que falleció en la jornada de ayer, había cumplido los 90 el pasado 25 de agosto. Desde hacía algunos años estaba aquejado de una afección que le obligó a permanecer apartado de la actividad pública.

Cremación

Sus restos mortales están siendo velados en el tanatorio de la calle Venecia de A Pobra, donde sus amigos y familiares pueden tributarle su última despedida hasta la tarde de hoy.

Está previsto que sus restos sean trasladados a las cinco y media de la tarde al crematorio, donde se incinerará en la intimidad familiar.

El martes, a la una del mediodía en la iglesia parroquial de San Isidoro de Postmarcos, tendrá lugar una misa en su recuerdo.

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