Manuel Durán, propietario de una gasolinera en A Pobra: «Antes atendías en dos minutos, ahora mínimo tardas diez»

A POBRA DO CARAMIÑAL

El empresario pobrense señala que el mayor atranco en su gasolinera se debe a «la justificación en el cobro».
01 abr 2022 . Actualizado a las 18:21 h.Las gasolineras de Barbanza despertaron este viernes con panoramas opuestos a nivel operativo. Dos de las gasolineras de A Pobra do Caramiñal son ejemplo de ello. Mientras en una de Repsol cuentan con una larga fila de vehículos a la espera, la estación de servicio de Avia, en el muelle, se encuentra desértica.
La dirección de la gasolinera Avia ha colgado varios carteles en diversos puntos de su centro de repostaje en los suministros, en la valla del la entrada y junto a su tienda. En ellos, indican que «esta estación no podrá suministrar combustible para cumplir con el Real Decreto 6/2022 debido a la falta de soporte informático, todo ajeno a nuestra voluntad».
Un trabajador aguarda en el mostrador de la tienda el goteo de clientes. Una vez se aproximan al surtidor les indica que no pueden atenderles.
A solo un kilómetro y medio, también en A Pobra, se encuentra el negocio Manuel Durán, propietario de una estación de servicio de Repsol. Señala que han tenido que actualizar sus programas informáticos para aplicar el descuento y contar con mecanismos para justificar estos repostajes. En los accesos, varios vehículos aguardan su turno para llenar el depósito.
«Hasta las nueve de la noche no sabíamos cómo íbamos a poder operar hoy en día, económicamente es un problema porque no sabemos cómo justificar todo para que nos devuelvan el dinero. Esto implica que tenemos que documentar todos y cada uno de los suministros para que no quepa duda».
Durán insiste en que las nuevas medidas acordadas en el Real Decreto ralentizan el pago y, por tanto, «colapsan todo, desde el área de repostaje a la zona de cobro».
«Antes al cliente lo atendías en dos o tres minutos, ahora el que menos está pasa diez». Además, remarca que este combinado de trabas le obliga a «reforzar el personal» e insiste en que han pasado de «dos a cuatro trabajadores por la incertidumbre que tenemos».
El propietario de esta gasolinera en Barbanza reconoce que muchos usuarios «han echado lo mínimo durante días porque sabían que este viernes se aplicaba el descuento» y afirma que «es normal que vengan de golpe».
Sin embargo, Manuel Durán tiene claro que las colas tienen una causa evidente: «El colapso no es por el suministro, es por la justificación de cobro».