Fortalezas que el colectivo busca poner de relieve

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

11 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El instituto Coroso estrenó este curso una FP básica de reparación de embarcaciones de recreo y lo primero que salió de las instalaciones fue una dorna de madera en cuya construcción intervino un maestro carpintero, el aguiñense Domingo Ayaso Oujo. Desde Agalcari se afirma que las embarcaciones de madera han demostrado a lo largo de los años que se adaptan al uso que el armador quiere darle.

A la hora de defender la supervivencia de su actividad, estos son algunos de los argumentos de Agalcari.

Tradición. Señalan que la convención para la salvaguarda del patrimonio inmaterial de la Unesco del año 2003 tiene como uno de sus objetivos la protección de las tradiciones y técnicas artesanales tradicionales. Argumentan que por el hecho de que estén en declive o de que no sean objeto de estudio en las universidades no debería suponer en ningún caso un trato discriminatorio para la madera.

Medio ambiente. Aseguran también que los datos reafirman que las embarcaciones de madera son las más sostenibles y ecológicas del mercado. Indican que la madera contribuye a fijar el CO2, necesita poca energía para su transformación y puede reciclarse totalmente sin energía. Sobre este aspecto, en su entrevista con el director general presentaron un estudio del ciclo de vida durante 20 años de una embarcación para acuicultura fabricada con madera y otra hecha con poliéster.

Maderas certificadas y pinturas ecológicas. El colectivo propone el empleo de maderas certificadas y de orígenes cercanos para reducir el impacto del transporte y la selvicultura. También el uso de pinturas, barnices e imprimaciones ecológicos o de base acuosa.