Antonio Gómez ha instalado en Ourense una máquina que dispensa desde alimentación a productos de higiene para animales
13 mar 2018 . Actualizado a las 17:27 h.Hace dos décadas que dos veinteañeros, los hermanos Juan Carlos y Antonio Gómez Iglesias, decidieron que querían poner en marcha un establecimiento enfocado a dar servicio al mundo agrícola, con todo lo necesario para el cultivo, la huerta o la granja; pero también a quienes disfrutan cuidando su propio jardín o a los que comparten su vida con mascotas. Así nació Mantén Jardín. En la tienda, ubicada en la avenida de Buenos Aries 121 de la capital ourensana, pueden encontrarse desde semillas a fitosanitarios, piensos, cajas para gallinas ponedoras, comederos, útiles de jardinería o de labranza, árboles frutales o abonos, entre otros muchos productos, y se ha asentado hasta el punto de que la mayoría de los que entran por la puerta son saludados por su nombre. Ese nivel de fidelización y el afán de los hermanos por ofrecer a su clientela la mejor atención posible, les ha llevado a poner en marcha un servicio que les convierte en pioneros en la provincia ourensana un autoservicio 24 horas enfocado a las necesidades de las mascotas con la ayuda de una máquina de véndig.
-¿Cómo se les ocurrió la idea?
-Nos la ofrecieron y nos pareció que podía ofrecer un buen servicio. Es una máquina expendedora de la firma Olevenging y, al parecer, en Galicia solo hay otra similar en Boiro. En realidad quien más rápido vio que podía tener muchas ventajas para los clientes fue mi hermano Juan Carlos yo, sinceramente, tenía dudas de si funcionaría. En este mundo ves como bajan unos sectores y suben otros a lo largo de los años, y la verdad es que todo lo que tiene que ver con las mascotas ha crecido mucho en los últimos tiempos y cada vez tenemos más clientes que vienen a buscar productos para ellos. Pensamos que esta máquina no solo resolverá alguna necesidad que pueda aparecer un festivo o un domingo, por ejemplo; sino también en un día cualquiera, porque realmente muchas personas tienen problemas para ajustar sus horarios al comercial y tienen que andar preocupados por salir del trabajo para ir a buscar el pienso para su mascota o encargarle a alguien que vaya a por el, por ejemplo.
-¿Qué tipo de productos han colocado en la máquina?
-Lo bueno de esta máquina es que es muy versátil, puede ajustarse a distintos formatos de productos, tamaños e incluso pesos. Prácticamente puede adaptarse a lo que quieras. De momento hemos colocado lo que creemos que puede ser más demandado por el cliente, lo que le puede hacer más servicio, pero según vayamos viendo y con lo que la gente nos vaya comentando, podemos incorporar otros artículos para ajustarnos lo más posible a lo que de verdad tenga una mayor demanda y a las variedades más solicitadas. Ahora mismo tenemos desde comida húmeda en latas como piensos para perros, tanto para cachorro como para adulto y para las razas pequeñas; y también para gatos. Tenemos alimentación para conejos, periquitos y canarios. También hemos colocado collares y otros productos de higiene, pipetas y, por supuesto también colocaremos en unos días las bolsas para la recogida de excrementos.
-¿Y medicamentos?
-No. Eso solo lo pueden dispensar los veterinarios. Sí hay productos de parafarmacia, como los antiparasitarios.
-¿Cuál ha sido la respuesta de la clientela hasta el momento?
-Por ahora la verdad es que muy bien. Colocamos la máquina la semana pasada y ya se ha estrenado. Lo que más han llevado es pienso para perros y también para conejos. En cuanto a los comentarios, de momento, todos los que hemos recibido son muy buenos. A la gente le llama bastante la atención y muchos entran a preguntar por curiosidad. Así que parece que la idea ha gustado bastante.
-¿Tienen los artículos el mismo precio que comprados en la propia tienda?
-Sí, en la inmensa mayoría de los casos. Los productos con precio redondo están igual que dentro del establecimiento. Solo tenemos alguno que hemos tenido que redondear en cinco céntimos porque la máquina, que no necesita que le introduzcas el precio exacto porque ofrece cambio, salvo que no tiene para monedas de cinco céntimos para devolución, aunque sí los acepta.