Natalia Tubío: Una patrona boirense de bandera

Lucía eiras / a. p. RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CEDIDA

La joven se sitúa a la cabeza de la clasificación para conseguir el maillot naranja

27 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Puede que por destino o puede que por casualidad. Lo cierto es que Natalia Tubío (Boiro, 1999) estaba predestinada a subirse a una trainera. La primera vez que lo hizo, con 11 años y sin ningún tipo de conocimiento sobre la actividad, encontró en el remo una nueva pasión: «Empecé a lo loco y me subí a la trainera sin casi saber qué era eso. Mi vecino remaba en Cabo y me dijo por qué no iba con él a probar. Me gustó tanto que seguí haciéndolo». Nueve años más tarde, la joven boirense encabeza la clasificación de mejor patrona 2020 de la Liga Euskotren.

Cuando recuerda sus inicios gira la mirada a su tierra, Galicia, donde comenzó. Su primer club, Cabo, sigue siendo su casa: «Lo recuerdo como la etapa en la que empiezas y todo lo que aprendes es completamente nuevo. Le tengo mucho cariño a esa fase, porque las chicas se convirtieron en mi segunda familia». Algo similar ocurre al pensar en los éxitos conseguidos en el Náutico Ribeira: «Veníamos de hacer un buen papel en Cabo e íbamos con la presión de tener que hacerlo bien. Fue también una época en la que aprendí mucho y donde gané mucha fuerza de superación».

En la élite

Cada vez más profesional y con una mejora importante cada año, Tubío decidió esta temporada dar un paso más en su trayectoria para competir en las filas del Donostiarra Lacturale, en la Liga Euskotren: «Tenía ganas de probar qué era el remo aquí. Quería vivirlo porque sabía que era algo muy diferente. Es una experiencia inolvidable y muy distinta a la anterior. Al principio me costó un poco decidirme, pero ahora sé que no me equivoqué».

La boirense es consciente de la trascendencia que este hecho ha tenido para su carrera, lo que también exige un grado más alto de responsabilidad: «Aquí todo es muy diferente. La liga se ve como algo mucho más profesional. Aunque no vivan del remo, le dan muchísima importancia», Un hecho que se puede ver también en la repercusión que tiene en la sociedad: «Se retransmite cada jornada y le dan mucha visibilidad. Es algo en lo que pierde el remo gallego».

Pero también existen cosas en común, ya que el apoyo dentro de la trainera es un lenguaje universal: «No me esperaba la piña que tenemos en el equipo. Venía sola, aunque hay otra chica gallega en el grupo, y tenía miedo de no encajar o hacer las cosas diferentes. Para mí fue una grata sorpresa ver como nos apoyamos. Son personas súper cercanas, aunque dentro del bote seamos serias. En esos momentos solo importa la concentración».

Una temporada de éxito

Los retos del Donostiarra esta temporada comparten camino con los de su patrona, que tiene los objetivos claros: «La liga está muy fuerte, pero ganamos dos regatas en la mitad de la competición y ojalá consigamos más. Quedan otras seis en las que vamos a por todas o, al menos, a por las máximas posibles». No es la única meta que persiguen esta temporada, ya que conseguir la bandera de la Concha es ya para las chicas del Donostiarra un sueño: «Tenemos que hacer una buena regata en casa para poder ganarla. Me haría muchísima ilusión y desde luego vamos a pelear por ella».

Una finalidad solo posible a base de entreno y dedicación: «Cada día mejoramos un poquito. Se trata de seguir haciéndolo para recortar distancias y poder ganar banderas y regatas».

Tubío se estrenó con una prueba en su tierra y lo hizo por todo lo alto, consiguiendo el maillot de mejor patrona. Media liga después y en cabeza de la competición lucha por levantar el premio: «Cuando estábamos en la línea de salida no me acordaba de que existía también esta disputa. Antes sí que lo había pensado, pero en la trainera solo te concentras en conseguir la bandera. Me siento súper orgullosa de haberme puesto el maillot y de estar primera porque me da mucha seguridad en mi misma».

Tras una temporada incierta por el parón motivado por la crisis sanitaria del covid-19, el Donostiarra prepara un final de liga intenso. Una situación sin precedentes que afectó al equipo: «Seguíamos entrenando en casa, pero no es lo mismo. Al volver teníamos mucho que recuperar». Con mascarilla, desinfectante y evitando los abrazos, en el club luchan por levantar las últimas banderas y Tubío por volver a ponerse el maillot naranja.

La ficha:

Cabo y Náutico Ribeira. En los clubes gallegos despegó su carrera profesional.

Aterrizaje en el Donostiarra. Esta temporada ha dado el salto a la Liga Euskotren.

Futuro. Quedarse en un club en el que pueda seguir mejorando para alcanzar nuevas metas.