Ciudadanos reconoce contactos, pero mantiene que por ahora no son sólidos
09 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Que el PSOE hiciera públicas sus sospechas de que en Boiro se está fraguando una moción de censura para apartar a José Ramón Romero de la alcaldía no ha causado demasiada sorpresa entre los demás grupos políticos, que estaban al tanto de los incesantes rumores que desde hace unas semanas apuntan en esa dirección. El PP, principal partido de la oposición, mantiene lo dicho por su número dos en el Ayuntamiento boirense, que no hay nada y que el paso dado por los socialistas es una cortina de humo, pero Manuel Velo reconoció ayer que «algo hai». El tiempo dirá si es así o no, pero todo apunta a que quedan por delante meses convulsos para la política local.
A pesar de que cuenta con un solo concejal, el apoyo de ICBoiro es clave para que una moción de censura pueda prosperar, y Velo es consciente de ello. Él mismo reconoce que no la apoyará porque «as que eu coñecín non serviron para mellorar as cousas», pero admite que, si deja su acta, una alternativa a Romero podría prosperar: «Estou tratando de evitalo. Levo un ano e pico pelexando para que iso non pase. Non se pode gobernar con cinco e unha oposición de 12. Se non fas un pacto non podes gobernar, só podes aguantar aí mentres che deixen». Lo que no ha hecho el histórico político boirense es despejar la incógnita sobre su posible marcha: «Se se conseguen uns obxectivos para que o Concello funcione, quedarei, pero se non é así retírome».
Un voto más
En caso de que finalmente ICBoiro diera su respaldo a un hipotético gobierno con el PP, sería necesario un voto más para que la moción de censura pudiera salir adelante, y teniendo en cuenta que tanto el BNG como Boiro Novo no están dispuestos a favorecer un gobierno de derechas en el municipio, la alternativa pasa por Ciudadanos. Su concejal, Carlos Rodríguez Muñiz, es cauto al tratar la cuestión, pero reconoce contactos en esa dirección: «Con un goberno en minoría que mostra fraquezas é una posibilidade que sempre está enriba da mesa. Agora ben, neste momento non hai nada sólido, pero igual mañá se abre outro escenario político. O que podemos dicir é que a día de hoxe non hai nada pechado nin acordado con ninguén».
Sobre si la formación naranja estaría dispuesta a propiciar un cambio de gobierno, asegura que en su decisión «prevalecerá sempre o interese do pobo de Boiro por riba dos de partido. O que está claro é que un Concello coma este necesita ter un goberno con máis estabilidade, con máis xente e con máis capacidade de xestión. O que hai non é suficiente. Esta fórmula xa se demostrou que non está sendo eficaz nin eficiente. Boiro non pode estar con esta parálise».
Solo rumores
A quien no se le pasa por la cabeza dar su apoyo a una posible moción de censura es a la portavoz del BNG, Raquel Suárez, que ayer apuntaba que por el momento todo lo que gira alrededor de un cambio político en Boiro son rumores que no va a valorar, aunque hay una cuestión que la formación nacionalista sí tiene clara: «Lamentamos que o PP poida volver á alcaldía».
Tampoco Boiro Novo está por la labor de favorecer el relevo al frente del Concello, pero no le duelen prendas a la hora de señalar a quien considera culpable de lo que denomina un «circo bochornoso». En su opinión, el movimiento para tratar de apear a Romero de la alcaldía «é a consecuencia directa da decisión do PSOE de rachar cos partidos que o apoiaron na investidura, pensando que con tan só cinco concelleiros poden gobernar coma se tiveran maioría absoluta». Reprocha al ejecutivo que haya pactado con el PP durante este mandato «traizoando» al electorado y lanza un mensaje al PSOE: «Estamos a tempo de impedir un executivo trifachito en Boiro, e esiximos ao goberno que volva abrir as vías de diálogo coas formacións de esquerdas».
En cuanto al PP, que como formación más votada tiene un papel crucial en toda esta historia, se reafirma en que la posibilidad de una moción de censura no está sobre la mesa. Su cabeza de lista, Juan José Dieste, mantiene silencio al respecto, pero desde la dirección provincial consideran que el único objetivo del PSOE es «lanzar unha cortina de fume» para enmascarar «que o Concello se atopa nunha situación esperpéntica e preocupante». Sobre si el aparato del partido respaldaría un acuerdo para recuperar la alcaldía de Boiro, el PP coruñés rechaza valorar lo que por ahora es solo «unha hipótese».
El alcalde y su equipo mantienen el ritmo de trabajo al margen de las especulaciones
Mientras la posibilidad de una moción de censura se colaba ayer en todas las conversaciones en Boiro, el alcalde, José Ramón Romero, y su equipo siguieron con la agenda programada al margen de las especulaciones. El regidor acudió a varias reuniones en A Coruña y Santiago y a la hora de valorar la situación remitía al aparato del partido en Boiro. También su mano derecha, Luís Ruiz, señalaba que el ejecutivo «segue co seu labor para sacar adiante proxectos para o municipio».
Lo que sí explicó Ruiz como secretario general del PSOE boirense son las razones que les llevan a tener sospechas fundadas de que se está fraguando una moción de censura para apearles del poder. Asegura que no responden a los rumores, pero sí a certezas que hacen que lo que se dice en los mentideros boirense tenga visos de veracidad. El propio Velo aseguró públicamente que pensaba en la retirada y les manifestó que había partidos de la oposición que llevan tiempo «invitándole» a que deje su acta: «Estamos seguros de que Velo nunca vai votar a favor dunha moción de censura contra o goberno do PSOE, pero se entra outro actor en xogo todo varía, e temos moitas dúbidas de que non vaia apoiar a moción, de aí a nosa preocupación».
En los últimos días se han producido diversas conversaciones con el líder de ICBoiro para tratar de convencerlo de que siga en la corporación, pero según Ruiz no lo han conseguido. La discordia entre unos y otros está en la composición del gobierno, y ahí el PSOE no está dispuesto a ceder: «El entende que todas as forzas de esquerdas teñen que entrar no executivo, e nós fomos moi claros desde o principio en que queriamos gobernar en solitario porque cremos que é o mellor e non imos claudicar».