Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La Librería García, la más antigua de Boiro, escribe su último capítulo tras 60 años

Christopher Rodríguez
CHRISTOPHER RODRÍGUEZ RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Rosa García comenzó a regentar la Librería García en 1997, tras la jubilación de su madre.
Rosa García comenzó a regentar la Librería García en 1997, tras la jubilación de su madre. CARMELA QUEIJEIRO

El negocio cierra de forma definitiva debido a la jubilación de su regente y la falta de relevo

05 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay quien dice que las dos cosas más difíciles de pronunciar son el primer hola y el último adiós. Esta cita puede llegar a sobrepasar sus propios límites en casos como los de la Librería García de Boiro, que cerrará sus puertas tras más de medio siglo creciendo y evolucionando de igual forma que lo ha hecho el municipio, siempre, eso sí, de la mano de sus vecinos.

No hay mejor voz para narrar la historia de la librería más longeva de Boiro que la de su responsable, Rosa María García Noal, que ha tomado la decisión de cesar la actividad e iniciar una nueva etapa con la jubilación. La boirense comenzó en el oficio con tan solo 18 años acompañando a su madre, la fundadora de un negocio histórico que ha dejado huella en la villa y en toda la comarca de Barbanza.

«Abrimos no ano 1963 e fomos a primeira libraría de Boiro nese momento. Miña nai foi a precursora do negocio cando eu era só unha nena. Coa maioría de idade comecei a traballar aquí ata que no 1997 ela retirouse e eu collín as rendas do local», explica Rosa, consciente de que además de su negocio, el establecimiento ha sido una parte importantísima de su vida. Esta despedida definitiva llega provocada por varios motivos, entre los que, principalmente, destaca la falta de relevo generacional.

El paso del tiempo

Aunque Rosa asume que podría continuar dando servicio a sus clientes, considera que ha llegado el momento de dar un vuelco a su vida: «Retírome porque xa teño a idade necesaria e así podo aproveitar para coidar dos meus. Ninguén vai quedar co negocio e eu non vou estar aquí ata os oitenta, non me compensa».

Seis décadas dan para mucho, y más en un tipo de negocio tan ligado a su clientela como puede ser una librería. El periódico cada mañana, las revistas, los libros del colegio, chucherías, juguetes... todas las posibilidades se manejaban en la Librería García, que ha servido de forma fiel a tres generaciones de boirenses.

«O máis bonito é a relación que sempre tivemos cos clientes. Da gusto ver a xente que empezou a vir cando abrimos e agora vén cos seus netos. É algo moi estreito, chegámonos a apreciar e a querer. Aos que veñen a diario, aos da temporada de inicio do curso ou aos turistas, a todos os imos botar de menos. Seguiremos estando en Boiro e falando e sabendo uns dos outros», comenta Rosa.

El inexorable paso del tiempo no solo se hizo patente en los vecinos que día a día acudían a su librería de confianza. Durante más de medio siglo el negocio y sus regentes fueron testigos directos del crecimiento de Boiro y de su tejido comercial, que ve como uno de sus miembros más legendarios bajará su verja para no volver a levantarla nunca más.

Un público fiel

«A calle Principal e Cimadevila eran o centro neurálxico de Boiro. Todo o comercio se centraba na zona e aí estabamos nós, en fronte da praza de abastos. Isto cambiou cando se inaugurou a rúa peonil, que é por onde se move a xente agora. Eu non mudaría de sitio o meu negocio por nada do mundo. Sei que a xente que viña e que vén o facía a propósito polo trato e pola mercancía que temos, nunca nos deixaron de lado», explica.

Una vez se cierra un capítulo, puede abrirse otro. Esta es ahora la disyuntiva que afronta Rosa García con respecto a qué hacer con el local. Por el momento, todas las opciones están abiertas, pero todavía no hay nada claro al respecto de si en el hueco que deja la librería se inaugurará un nuevo negocio: «Gustaríame alugalo. Viñeron varias persoas preguntando pola posibilidade de traspasalo, pero eu son mala negociadora. Sácolles a idea da cabeza porque é un traballo moi condicionado polo feito de que hai prensa case todos os días do ano. Meus fillos criáronse aquí, pero agora xa non me imaxino o feito de pasar tempo cos meus netos na libraría».

Pero, después de más de media vida dedicada en cuerpo y alma a la Librería García y a los vecinos de Boiro, Rosa se queda con tan solo una cosa: las personas. «Se estivemos abertos durante 60 anos foi grazas aos clientes, que nos apoiaron dende os comezos. Acabou por formarse unha gran familia en torno ao negocio. Sempre se xuntaba xente polas mañás, había risas e conversas. Tamén hai persoas que xa non están e das que nos seguimos acordando. A todos quérolle agradecer infinitamente o que nos deron estes anos», destaca Rosa en unas palabras marcadas por la emoción y la nostalgia.

De esta forma se despide Rosa de los vecinos y amigos que apoyaron su negocio desde siempre y para siempre. La Libraría García da su último adiós y, aunque digan que este es difícil de pronunciar, resulta más fácil cuando el recuerdo es imborrable.