Boiro despide a Gerardo o do Baile, el músico y compositor que nunca se separó de su acordeón

Ana Lorenzo Fernández
A. Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Foto de la orquesta Clipper, en la que Gerardo Deira tocaba el acordeón, extraída del libro «Músicos de Boiro» de  Alberto Piñeiro Berz
Foto de la orquesta Clipper, en la que Gerardo Deira tocaba el acordeón, extraída del libro «Músicos de Boiro» de Alberto Piñeiro Berz cedida

Durante décadas actuó con las orquestas Cespón, Clipper, Compostela o Mar de Plata

02 abr 2024 . Actualizado a las 20:34 h.

Si unos nacen con un pan debajo del brazo, Gerardo Deira Piñeiro (Cespón, 1929) podría decirse que lo hizo con un acordeón, un instrumento que descubrió siendo un niño y que se convirtió en un compañero del que ya no se separó en toda la vida. «Se os rapaces empezan a ler pola a, e, i, o, u; el aprendeu a tocar e sempre foi un moi bo músico», define su hija Rosa, que explica que con el tiempo su padre fue dominando el piano, la trompeta, la batería, el bajo..., y decidió compartir todos sus conocimientos impartiendo clase a decenas de jóvenes artistas.

Pero no solo eso, sino que fundó y formó parte de orquestas tan conocidas dentro y fuera de la comarca como Cespón, Clipper, Compostela o Mar de Plata. Con ellas animó miles de fiestas, e hizo que se ganase el sobrenombre de Gerardo o do Baile.

Había sido su padre, el acordeonista Ramiro Deira, quien le metió en el cuerpo el gusanillo de la música, puesto que de niño lo acompañaba a todas las foliadas a las que iba. «Antes o acordeón o tocabámolo alto e forte, pois daquela non contabamos con altofalantes. De feito, nos anos da orquestra Cespón, utilizabamos un embudo para cantar», rememoraba Gerardo Deira en una entrevista que Alberto Piñeiro le hizo para su libro Músicos de Boiro.

 

Gerardo Deira
Gerardo Deira

Confesaba entonces que se sentía muy orgulloso de su faceta como compositor, y que tenía predilección por los vals, tangos y pasodobles. Entre sus temas preferidos estaban Nine y Comba, que tituló así «por estar dedicada ao meu lugar de nacemento que, como di a canción, foi entre Nine e Comba». El chico de Boiro, Playa querida, Puente Brea, Ven y te diré, Un amor en La Puebla, Sarucho o Los besos que tú me diste también fueron otros de los temas que compuso e interpretó sobre los escenarios.

Su vida entera estuvo dedicada a la música y cuando los años fueron pesando y marcando el ritmo, dejó de actuar en público y de dar clase, pero nunca abandonó su acordeón, porque «sempre seguiu tocando».

Con 94 años, Gerardo o do Baile interpretaba hoy su último pasodoble. Sus restos están siendo velados en el tanatorio de Boiro y mañana, a las 12.30 horas, partirán hacia la iglesia de Cespón, donde será enterrado.