Adrián Alves, técnico del Rotogal Boiro: «Los jóvenes tienen que ser la columna vertebral del proyecto»

BOIRO

El preparador confirma su continuidad al mando del primer equipo la próxima campaña
13 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La temporada del Rotogal Boiro no ha sido, ni de cerca, la más sencilla de su historia. En el año de su regreso a la Superliga 2 de voleibol tras una etapa histórica en la máxima división nacional, los boirenses han tenido que hacer frente a infinidad de imprevistos para finalmente garantizar su permanencia. El cambio de ciclo lo lideró Adrián Alves, Chicho, (Boiro, 1986) que colgó las rodilleras para asumir el timón del primer equipo del Boiro Voleibol. Con la temporada ya en la hemeroteca, el preparador hace balance de un año que considera de total aprendizaje.
—Lesiones, rotaciones, quebraderos de cabeza... Esta temporada lo ha tenido todo.
—Sí, ha sido muy complicada. Una puesta a prueba constante en toda regla. Cada semana teníamos una dificultad nueva en forma de lesión o de molestia grave. Hubo que tomar decisiones antes de cada partido para ver si parábamos definitivamente a los jugadores con molestias, quién los iba a suplir...
—Pese a todo, ¿considera que el equipo cumplió su objetivo?
—Yo creo que sí. Lo que se planteó el club está cumplido. No había más objetivo que desarrollar a los chavales y mantener la categoría. Al final si lo miramos en perspectiva el balance es bueno. Hubo oportunidades para todos los jugadores y algunas permitieron un gran crecimiento. Estando en el campo el progreso siempre es mayor.
—Aún así, ¿esperaba un rendimiento mejor del equipo?
—Todos pensábamos que el equipo iba a rendir mejor. Los dos extranjeros que fichamos, Renato y Sebastián, venían de recuperarse de sendas lesiones en el cruzado y les costó ponerse a punto. Tuvieron problemas físicos y eso condicionó el juego.
—¿Atribuye las lesiones a la mala suerte o cree que hay algo más?
—Que hubiese tantas nos hizo pensar, pero buena parte de ellas fueron relacionadas con algún tipo de traumatismo. Hubo dos roturas de ligamento en el tobillo por malos aterrizajes, Renato se hizo una fisura en un dedo a raíz de un golpe en un entrenamiento... Después también sufrimos lo típico de una temporada: sobrecargas y dolores en las articulaciones. Fue más un cúmulo de infortunios que otra cosa.
—¿Qué jugadores destacaría a nivel individual por su mejoría a lo largo de la temporada?
—A los centrales. Anier y Barro tuvieron un crecimiento brutal. Son dos chavales de 10 y trabajadores. Tendrán todo el talento que quieras, pero su evolución estuvo ligada al trabajo diario. También quiero destacar a Alberto Tubío, que evolucionó muchísimo como líbero.
—¿Y a nivel colectivo?
—En general me quedo con el aprendizaje que se han llevado los chavales con respecto a lo que es voleibol adulto. Han sabido sobreponerse a las dificultades que había todas las semanas, viajando con el equipo muy mermado y saliendo a competir.
—¿Cómo ha sido su primer año dirigiendo al primer equipo?
—Bastante parecido. He trabajado con los chicos a los que ya entrenaba y el día a día fue muy semejante. Yo también he aprendido de las lesiones, que es algo que está ahí y hay que saber gestionar, aunque lo de este año fue terrible.
—¿Seguirá siendo el entrenador la temporada que viene?
—Creo que el proyecto que hemos empezado esta temporada es el adecuado. En su momento lo meditamos mucho y queremos que haya continuidad en él. Yo en principio voy a seguir y los jóvenes tienen que ser la columna vertebral del proyecto. Estudiaremos traer un par de refuerzos, no sé si de aquí o extranjeros, para impulsar el equipo.
—En la etapa del equipo en Superliga necesitaron más fichajes de jugadores foráneos.
—Totalmente, pero porque la liga exigía un plus de nivel. La idea ahora es que estos jugadores crezcan en la Superliga 2. Es un proceso que toma tiempo. Lo sensato es dejar que se desarrollen en esta categoría y que tengan más oportunidades sobre el campo.
—El final de esa época estuvo marcado por los problemas económicos, ¿cómo está ese tema?
—Mucho mejor. Cada año destinamos parte del presupuesto a ir pagando y la deuda se ha reducido más de la mitad. Tenemos mucho dinero pendiente de ingresar por subvenciones. Cuando acabe la temporada realizaremos una asamblea para dar cuenta de la situación económica.
—¿Cómo ve la salud de la cantera?
—Muy bien. Venimos de ganar lo todo y sabemos que mantener eso es imposible. Este año hemos metido a los infantiles y los júnior masculinos en la fase final. Además, el infantil femenino entra en un campeonato por el título después de muchos años.