El Boiro se pega un tiro en el pie ante el Sofán (2-3)

El Boiro se pegó un tiro en el pie en Barraña en una tarde que invitaba al optimismo. Los errores y un mal día de cara a puerta se saldaron con la segunda derrota seguida e inesperada en Barraña. El Sofán propuso poco, defendió mucho y marcó las que tenía que marcar para meter mano a un Boiro que vuelve a tener el aliento del tercero en la nuca. Ahora es el Sigüeiro el que está a 4 puntos a falta de cinco jornadas para que finalice la temporada y teniendo que visitar el feudo boirista en dos semanas (2-3).

El choque comenzó con los locales teniendo el control del balón. En una de las primeras acciones se asociaron Prol y Mario Regueiro, que hicieron llegar el balón a Grégor, aunque su intento lo paró Pablo García en dos tiempos. La siguiente fue un pase de larga distancia de Diego Fernández para Pablo Vidal. El esférico terminó en Prol, al que le arrebataron el gol bajo palos.

La sorpresa tras el empuje inicial del Boiro llegó en el minuto 21. Sera complicó a Pablo Vidal con un pase que se quedó corto y que tuvo que pugnar con un rival. El capitán boirista jugó con el portero, pero el delantero Javier Souto se interpuso y avanzó hasta llegar a una distancia cómoda desde la que batió sin contemplaciones a Mario Barreiro.

Todavía noqueados por el error y por el murmullo de Barraña, poco más de 10 minutos después una imprecisión volvió a aparecer. Una pérdida en el pico del área boirista permitió que en un pase el Sofán dejase solo a Marcos Montero, que marcó al palo corto con un zurdazo. Sin tiempo para la reacción volvió a aparecer Javier Souto, que en el minuto 39 la cogió en la frontal y sin pensárselo pintó un disparo sutil a la escuadra derecha de Mario Barreiro, que no tuvo nada que hacer.

Fortuna y mejoría

Al filo del descanso el Boiro recortó distancias a balón parado. Un lanzamiento de córner muy cerrado de Saro —de lo mejor del Boiro junto a Prol— rebotó en el hasta ese momento muy acertado Souto, que anotó en propia meta.

Tras el descanso Anxo Casalderrey quiso cambiar la cara del equipo con el ingreso de Juanma Blanco y Emi Carril, y en cierto modo lo consiguió. De las primeras de la segunda mitad fue protagonista Juanma, que realizó un control exquisito de tacón y habilitó a Prol dentro del área. El ex del Arzúa la falló alta, pero a la siguiente no perdonó.

Fue en el 65 cuando el sueño de la remontada pareció asequible. Juanma se la dio con clase desde la frontal al recién ingresado Hugo Suárez, que trató de batir al portero por abajo. El rechace de una buena parada le llegó a Mario Prol, que marcó el 2-3 con el meta sin ninguna opción.

De ahí al final fue un monólogo del Boiro. La tuvo Noya de cabeza, se protestó un penalti por un empujón sobre Pablo Vidal y Ferreiro probó suerte por partida doble desde larga distancia, pero el balón no entró. El fútbol dictó sentencia y el Boiro pagó sus propios errores.

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