Francisco Hermo, tras su denuncia en La Voz, ya puede salir con su silla de ruedas a la calle

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Francisco Hermo, bajando por la calle ya asfaltada
Francisco Hermo, bajando por la calle ya asfaltada MARCOS CREO

Aplaude que por fin se hayan atendido sus quejas y el Concello de Boiro asfaltara el acceso por el que cruza cada día

20 oct 2024 . Actualizado a las 19:44 h.

Lo prometido es deuda, y el boirense Francisco Hermo por fin puede atravesar sin obstáculos la calle que conduce a su vivienda en el lugar de O Brañón, en la parroquia de Lampón. El Concello ya había anunciado este verano que entre sus planes estaba pavimentar esta zona antes de que llegasen los meses de invierno, puesto que eran conscientes de que el asfalto estaba muy deteriorado, los baches se acumulaban y provocaban que este vecino —que tiene que usar una silla de ruedas para desplazarse— estuviera condenado a quedarse muchos días en casa por miedo a coger un socavón con una rueda y acabar en el suelo.

Ahora, la calle ya dispone de un firme nuevo sobre el que puede circular sin problema y con mayor rapidez. Sin embargo, él quiere ser cauto y recomienda: «A rúa está ben, pero sempre hai que ir amodo». Aunque está muy satisfecho porque por fin se atendieron sus demandas, a Francisco Hermo todavía le queda una espinita, puesto que su intención era que con estos trabajos de mejora se aprovechara para ampliar la entrada a la calle, y así pudiese subir a recogerlo hasta su vivienda la ambulancia que lo traslada tres veces a la semana al hospital para recibir diálisis. «O arranxo está ben, porque a rúa está moito mellor que antes, pero temos que pensar que hai verán e inverno, e que no inverno chove. Por culpa dese edificio en ruínas a ambulancia segue sen poder subir e eu teño que baixar na cadeira mollándome porque non pode entrar ata aquí», lamenta este vecino de Boiro de 81 años.

Es consciente que esa actuación era mucho más ambiciosa y complicada y, aunque sigue demandando una solución más satisfactoria, «algo é algo». Por lo menos ahora no tiene que rezar para no meter una rueda en un bache cada vez que sale de casa, una nueva realidad que le facilita poder moverse por el núcleo de Escarabote, pasear e incluso llegar hasta la zona portuaria donde tantos años estuvo trabajando.

Francisco Hermo pasó más de media vida en el mar, primero embarcado lejos de Galicia, y luego yendo a las nasas en la ría de Arousa. Cuando sus riñones comenzaron a fallar, tuvo que jubilarse, y su estado de salud ha ido resintiéndose, por lo que desde hace años utiliza para desplazarse una silla de ruedas. Explica que, por el momento, sigue pudiendo mover las piernas, pero que estas han perdido fuerza y no lo sostienen, por lo que corre peligro de caerse.

Ya lleva tantos años usándola que se ha convertido en todo un experto en su manejo y en esquivar baches, sobre todo porque hasta ahora era el único remedio que le quedaba para bajar desde su casa hasta la zona donde lo recoge la ambulancia tres veces a la semana para llevarlo al hospital de Barbanza donde se somete a sesiones de diálisis que mantienen la actividad en sus riñones.

 Acceso a las viviendas

El alcalde boirense, José Ramón Romero, reconoció que la mejora en esta calle «é unha actuación modesta, pero moi importante, xa que satisface unha demanda veciñal na zona, ao ser un camiño de acceso a varias vivendas».

Además de la renovación del pavimento asfáltico, «que se atopaba moi deteriorado», se procedió a dotar al vial de una pequeña caída para mejorar la recogida del agua de la lluvia. También se aprovechó para limpiar toda la zona y para limpiar la red de canalización de pluviales.