La boirense se acaba de unir al músico Habló Pablo para lanzar «Las ciudades arden»
30 oct 2024 . Actualizado a las 20:58 h.A veces parece que los astros se alinean y todo fluye tan bien que el resultado sale redondo. A grandes rasgos esto fue lo que ocurrió con la colaboración que acaban de realizar la pianista Elsa Muñiz (Boiro, 1992) y el rapero Habló Pablo, nombre artístico de Pablo Valín (Lugo, 1986). Ambos se conocieron en un encuentro impulsado por la Fundación Paideia para artistas emergentes, y fue el intérprete el que dio el primer paso para poder hilvanar dos estilos tan diferentes.
«Díxome que escoitara os meus traballos, que lle gustaban moito, e que sempre tivo a idea de facer algo cun piano clásico. Así que envioume a letra e en media hora eu xa tiña a música», recuerda la boirense, que también se sorprendió de lo rápido que había sido todo el proceso creativo. Le mandó un borrador con el resultado a Habló Pablo y este le contestó que todo estaba perfecto, que no cambiara ni una nota.
«Para compoñer depende moito do momento, da inspiración. Hai temas para os que necesito unha hora, para outros catro días e algúns que xurdiron hai cinco anos pero non acabei. Logo volvo a escoitalos e saen despois de tanto tempo», explica Muniz, que está muy satisfecha con el resultado de Las ciudades arden, y también con el videoclip. Está ambientado en una pequeña aldea del rural lugués —San Vicente do Burgo— y en él se cuenta la historia de amor de una pareja desde el comienzo, cuando se conocieron, y cómo se ven en el futuro, ya mayores y caminando juntos.
Entre los actores también hay representación de la comarca, puesto que la protagonista joven -Sofía Rodríguez- es de Boiro, pero a Elsa Muñiz quien más le impresionó fue Laly Riesco, una mujer de 88 años que debutaba por primera vez ante las cámaras, «e que está mellor que calquera de nós, foi impresionante».
Las ciudades arden se estrenó hace apenas diez días y la acogida está siendo muy buena por parte del público, «porque á xente chámalle moito a atención esa fusión de estilos, o clásico e o rap, e grazas a iso levamos o público dun lado ao outro». Esta colaboración tan inusual se une a una larga trayectoria rompedora que inició Elsa Muñiz desde muy temprana edad, puesto que con solo 8 años compuso su primera canción, y dos años ya estrenaba otra ante el público. Además, creó una nueva fórmula, el pianotelling, música instrumental para piano con la que da vida a microrrelatos autobiográficos en los que habla de temas tan variados como los desastres de las guerras, la salud mental o sobre las víctimas del accidente de Angrois.
Además, poco antes de su colaboración con Habló Pablo se subió con un piano de cola a una batea para interpretar Presentimiento, la banda sonora de una campaña Alimentos de España que quería poner en valor el trabajo de los profesionales del mar además de recordar a su padre fallecido, que dedicó su faenar en la ría.
Fue a finales del 2018 cuando Elsa Muñiz sacó su último disco, Memories, y desde entonces estuvo publicando piezas sueltas y realizando todo tipo de trabajos que la han tenido viajando por toda España, aunque siempre vuelve a su casa de Boiro para componer. Ahora está ultimando los detalles de su nuevo trabajo discográfico que, si todo va bien, espera publicar a principios del año que viene.
«Vou continuar co pianotelling, porque cada unha das pezas conta unha historia e agora quero engadir tamén una parte audiovisual porque a idea é facer una xira de concertos», apunta la compositora boirense. Experiencias personales, pero también temas de actualidad son el origen de estas composiciones, donde insiste en que la inspiración es fundamental, «é como unha montaña rusa, hai días que estás moi feliz e sae todo, e outros días que as cousas non saen como ti esperas, é cuestión de ir surfeando».
Mientras argalla este nuevo trabajo también tiene otros proyectos en cartera que aún no puede desvelar, pero que la tienen muy ilusionada y que le permiten vivir de esta profesión: «Eu véxoo posible, creo que realmente si loitas polo que cres e pos todo o corazón, é posible».