El acusado de matar a un taxista en Ordes dice que tenía el síndrome de abstinencia
CARNOTA

La víctima recibió una docena de cuchilladas y el agresor le robó las 25.000 pesetas que llevaba Manuel Antonio Prado, de 25 años y vecino de Carnota, acusado de matar en 1999 en Ordes al taxista santiagués José María García Corral, manifestó ayer ante un jurado popular que se encontraba bajo el síndrome de abstinencia y que necesitaba drogarse. Para conseguirlo, el procesado, que vivía en casa de una hermana en Santiago, solicitó un taxi por teléfono. No disponía de dinero, pero salió armado con dos enormes cuchillos que escondió bajo el jersey y pidió al conductor que lo llevara hasta un callejón de Ordes. Era la una de la madrugada cuando José María Corral fue apuñalado doce veces. El motivo fue el robo de 25.000 pesetas.
29 oct 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Dos horas duró el interrogatorio de Manuel Antonio, quien se mostró bastante sereno. Sólo se alteró en alguna ocasión, cuando a preguntas del fiscal no conseguía explicar correctamente lo que se le preguntaba, escudándose en un «no recuerdo». Manifestó que era drogadicto desde los 14 años y, aunque había estado en tratamiento de rehabilitación, nunca fue capaz de abandonar el consumo de todo tipo de drogas. Reconoció que su familia se había cansado de darle dinero y que en la noche en que se produjeron los hechos necesitaba desesperadamente droga. Aquel día, dijo, no podía comprarla en Santiago porque era sábado y sus proveedores no estaban. Por eso decidió ir a Ordes, una localidad que, según él, conocía poco, pero en la que sabía que era fácil comprar la droga. Sin embargo, tanto el fiscal como la acusación particular pusieron de relieve que la decisión de ir a la villa ordense fue porque allí vivía una amiga con la que salía a veces. Enfrentamiento Lo cierto fue que una vez en Ordes y con el taxi metido en un callejón, Manuel Antonio extrajo uno de los cuchillos que llevaba y amenazó al taxista para que le entregara el dinero. Pero José María García Corral, un hombre 54 años y fuerte, en vez de atemorizarse se enfrentó a su atracador y éste lo acuchilló. Mientras el taxista conseguía salir del vehículo y gritaba solicitando ayuda, Manuel Antonio cogió un monedero con 25.000 pesetas en moneda fraccionaria y huyó, escondiendo los cuchillos entre unas zarzas. José María García Corral alzaba los brazos en busca de auxilio y tambaleándose llegó a la calle principal de Ordes, pero nadie lo auxilió porque pensaban que era un embriagado. Chorreando sangre, consiguió llegar al bar Xesteda, en donde se desplomó. Desde allí, reclamaron la asistencia médica que lo trasladó al hospital de Santiago en donde falleció a las once de la mañana.