Pintar los surcos expone la piedra a un mayor grado de degradación y pone en riesgo la conservación de los grabados
17 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hace un tiempo que el Concello de Carnota puso en marcha su Museo Aberto, dedicado a poner en valor una parte del vasto patrimonio arqueológico con el que cuenta el municipio. Incluye siete estaciones de petroglifos, y una de ellas, de las más importantes del término, ha sido objeto de una agresión que puede afectar a su conservación. Se trata de A Laxe Escrita, y alguien, no se sabe si con intención de marcarlos para que se apreciaran bien o simplemente para hacer daño, repasó los dibujos utilizando tiza e incluso restos de teja.
Un vecino de la zona, Miguel Caamaño, descubrió el estado en el que se encontraban los grabados durante el fin de semana: «Non é a primeira vez que vexo algo así. Cando as cousas están ao aire libre, expostas, sen coidado e sen interese ningún por elas, pasa iso». Explica que la piedra en cuestión es de fácil acceso -está a unos 700 metros de la casa consistorial de Carnota- y que, precisamente por eso, es una de las estaciones de petroglifos más conocidas.
Dibujos curiosos
También es de las más curiosas, ya que agrupa grabados de distintas épocas desde la Edad de Bronce, entre ellos combinaciones circulares, cruces y varias embarcaciones.
Carnota es uno de los puntos con mayor concentración de arte rupestre, y A Laxe Escrita es uno de los ejemplos. El hecho de que apareciera pintada es un problema porque, al parecer, la tiza o la teja hacen reacción con la piedra y exponen los dibujos a una mayor degradación.