Uno de los mejores expedientes de la ESO de Galicia está en el rural barbanzano

Los profesores de A Picota, en Mazaricos, consideran un privilegio poder darle clase, y se sienten honrados que alguien como Manuel Pereiro (Mazaricos, 2005) haya conseguido uno de los premios extraordinarios de la ESO por su expediente académico a lo largo de la educación secundaria. «El sempre foi moi brillante, moi maduro para o curso no que estaba», asegura un docente.

Al joven todos estos elogios lo cohíben un poco, aunque sí que se encuentra en las palabras de su antiguo profesor, que afirmó que siempre estaba interesado en aprender más. «La verdad es que él me dio una asignatura que me interesaba, Historia, y después empecé a ver vídeos en YouTube a leer más sobre geopolítica», explica el adolescente. Sobre el premio afirma que está contento, al igual que sus padres, muy orgullosos de su hijo por el esfuerzo que supone un logro como este, compensado con 800 euros por parte de la Administración.

La motivación para estudiar, Manuel Pereiro la ha encontrado a su vez en sus amistades, como en su amigo Alberto, que también se había presentado a estos premios. «Nosotros, ya desde primero de la ESO, nos llevamos bastante bien y estudiar se nos daba bien a todos. Siempre nos ayudamos, comentamos y hablamos de las cosas que entrarán o no en los exámenes, tener ese grupito para preparar y comparar ayuda bastante», desvela este estudiante.

Indica que, para él, no es cuestión de pasarse horas sentado en una silla estudiando todo de un tirón. «Me desconcentro si tengo que estar tanto tiempo. Yo estudio poco a poco, hago ejercicios y hago cada día lo mismo», señala este adolescente. Entre sus materias preferidas, Manuel Pereiro destaca Tecnología, Física y Matemáticas, e insiste en que él prefiere las ciencias a otras asignaturas más de «letras». En su tiempo libre a este joven de Mazaricos le gusta despejarse jugando a videojuegos, porque así puede estar también en llamada con sus amigos, y el fin de semana lo reserva para hacer ejercicio

Dentro de sus planes de futuro, lo tiene claro: «Siempre he querido hacer Ingeniería Informática. Desde hace tiempo intento aprender a programar un poco por mi cuenta, porque me interesa el tema, pero creo que cuando vaya a la universidad tendré que empezar de nuevo». Con todo, confiesa que no tiene pensado qué va a hacer cuando termine la carrera.

Colegio pequeño

De los 20 galardonados en los premios que otorga la Xunta este año, la mayoría están en núcleos urbanos como Santiago o A Coruña. La inclusión de un centro como el de A Picota, en una zona particularmente rural, llama la atención. «É unha mostra de que a pesar de que os recursos non son os mesmos que nas cidades, alumnos como Manuel poñen en valor que no rural tamén se fan ben as cousas», insiste su antiguo profesor de Historia.

Para el joven, estar en un colegio pequeño no le ha supuesto un problema, e insiste en que la mayoría de lo que ha conseguido ha sido gracias a sus profesores y cómo les tratan. «A mi estar en A Picota no me ha impedido nada, nunca he notado como que faltara algo en el centro», confiesa el adolescente.

La transición y adaptación a un instituto más grande, el IES Terra de Xallas, empezando la época de Bachillerato, no fue fácil, explica Pereiro: «Al principio, el cambio lo noté. Todos me insistían en que el nivel era muy alto. Ahora me he acostumbrado».

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