El dueño de la res sospecha que el ataque tuvo que ser perpetrado por varios animales
10 feb 2023 . Actualizado a las 14:00 h.Después de un invierno sin registrar demasiados ataques, el lobo ha vuelto a dejar constancia de su abundante presencia en los montes de Mazaricos. La pasada madrugada se dejó ver en la localidad de Espigas, donde mató y descuartizó una vaca frisona de seis años de edad que pasaba la noche en la finca próxima a las instalacións de la granja Agriña, S.C.
«A vaca estaba preñada e como tiña problemas de patas, durmía fóra para estar máis cómoda. O ataque foi a 10 metros da entrada da explotación e a pouco más de 50 da entrada da casa», apunta Alberto Tomé Fernández, uno de los titulares de la granja que no ocultaba su preocupación por lo sucedido. «Coincide que, desta vez, o portal da granxa estaba pechado porque moitas veces durme aberto, sobre todo se fai calor. Non quero nin pensar o que tería pasado se o lobo chega a entrar no interior. Xa non tanto polo dano que puidese provocar ás reses senón tamén polos que se puideran causar elas mesmas debido ao susto», señala el ganadero que cree que el ataque tuvo que ser perpetrado por varios animales, pues en el lugar había numerosas huellas.
«Había moitas pegadas e parecían de animais grandes. Todo tivo que ser moi rápido porque nin nós, nin ningún veciño, escoitou nada. Foi a primeira hora da mañá, cando nos levantamos, que xa vimos o animal morto e medio comido. Incluso se podían apreciar nalgunhas partes as marcas das unllas dos lobos», afirma.
Estos hechos no son nuevos en la zona, donde los dueños de las granjas están ya acostumbrados a la presencia de los lobos. Incluso, por precaución, se han visto obligados a cambiar costumbres de manejo del rebaño como la de que las vacas secas o las novillas pasasen la noche en fincas próximas a las estabulaciones. A pesar de ello, su temor va en aumento dado que, últimamente, los lobos se acercan cada vez más a las viviendas en busca de alimento. «A semana pasada vimos pasar unha bandada de catro ás dez da maña a escasos metros do lugar. Parece como se non tivesen medo en achegarse á xente», señaló un vecino de Colúns, que critica la escasa atención que las Administraciones prestan a este problema, así como la tardanza en los pagos y la exigua cuantía de las subvenciones que reciben los ganaderos que pierden reses debido a los ataques de los cánidos.
En la convocatoria de ayudas de este año —se publicó a finales de diciembre— se establecen cuantías que oscilan entre los 29 euros que se abonan por una res ovina o caprina de seis o más años abatida por el lobo y los 1.999 euros que pasa por ser la indemnización máxima para una res bovina de raza autóctona de entre dos y seis años.
En cualquier caso, antes de realizar la solicitud de ayuda, los afectados tienen que comunicar el ataque a la administración autonómica con el fin de que un agente ambiental se persone en el lugar y, tras inspeccionar el animal, levante acta de los sucedido.