Una banda de tres amigos con medio millón de reproducciones en Spotify en una sola canción

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

MUROS

Los muradanos Javier Fernández, Yeray Santana y Adrián Bouzas, en una foto promocional.
Los muradanos Javier Fernández, Yeray Santana y Adrián Bouzas, en una foto promocional. CEDIDA

El grupo Archivo Adxunto acaba de estrenar el álbum «Xente nova leña verde» tras cinco años sin sacar disco

21 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La entrada a la vida adulta no se mide con un termómetro o alguna especie de aparato médico. Tampoco con un cronómetro que indique que ha llegado el momento de dejar atrás los años de niñez. Pero quizás podría marcarse su inicio en el momento en el que un muchacho empieza a sacar sus propias conclusiones sobre lo que es existir, sobre cómo está articulado el mundo.

Ese momento les llegó a los chicos de Archivo Adxunto, Javier Fernández (batería y coros), Yeray Santana (bajo y coros) y Adrián Bouzas (guitarra y voz principal) allá por el año 2012, cuando rondaban los tres lustros de vida. La ebullición hormonal propia de esta edad les animó a formar una banda en la que poder dar salida a temas en los que denunciar las desigualdades sociales.

Su primera vía de escape emocional fue Attachment, un conjunto de seis sencillos. «Sempre apostamos por facer as nosas propias letras, e nesas cancións vese que eramos rapaces de 15 anos», explica Bouzas.

La inexperiencia se cura trabajando duro, por eso los chavales se esforzaron en dar lo mejor de sí para empezar a hacerse un nombre en los locales de Muros y alrededores, en los que ofrecían bolos. Su estilo rápidamente enganchó al público, que desde aquella se mantiene fiel a la esencia cañera de la banda, cuyas raíces musicales beben de géneros como el punk, el rock duro y hasta en heavy metal.

Cuando los integrantes del grupo, todos nacidos en 1997, cumplieron los 19 años, volvieron al ruedo musical con un segundo estreno. Esta vez con Libertad de opresión, un álbum con el que consiguieron cientos de miles de reproducciones en plataformas de escucha como Spotify.

El tema que más conectó con la audiencia fue una versión de Madre anoche en las trincheras, una canción en la que se denuncia la injusticia de una guerra en la que un amigo de la infancia mata a otro sin saberlo: «Chegou e medio millón de escoitas, foi unha pasada».

Calidad sobre las tablas

Aunque tener una buena presencia en Internet ya es conditio sine qua non para cualquier banda que quiera tener algo de notoriedad, lo cierto es que los muradanos siguen apostando por un directo de calidad con el que poder hacer vibrar al público: «Humildemente, penso que sempre demos bos concertos. Ao principio tiñamos menos soltura, pero fomos mellorando co paso dos anos e a experiencia enriba dos escenarios».

Las mejores recetas se cocinan despacio, por eso los barbanzanos esperaron cinco años para dar forma a su tercer disco, Xente nova leña verde, en el que la temática política se queda un poco de lado para dar lugar a canciones que hablan sobre diversas problemáticas sociales.

El álbum incluye un total de ocho canciones, una de ellas derivada de una grabación, y siete sacadas de un largo proceso de criba. Bouzas comenta que se han incluido tantos sencillos en el disco como los que se han descartado, pues el proyecto es el resultado de cinco años de letargo en los que la banda ha preparado un potente repertorio a modo de vuelta a lo grande.

Problemáticas sociales

Esta vez, lo importante para ellos era hablar de todas esas pequeñas grandes cosas que acechan la tranquilidad de los jóvenes de su generación. Uno de los temas con mayor significado, aunque todos son de esos que pretenden llegar al tuétano, es Tendencia suicida, una canción con la que los chicos intentan poner melodía a los pensamientos que pueden empujar a alguien a tomar una decisión fatal: «A política interésanos ata certo punto, ao final nós quixemos falar das cousas que preocupan á xente».

Una letra incendiaria no suele tener el poder de cambiar la mentalidad de alguien, algo de lo que en la banda muradana son perfectamente conscientes. Eso no les quita las ganas de seguir creando temas con los que hacer pensar a la gente, sobre todo a las capas más jóvenes de la sociedad: «Non intentamos cambiar conciencias, pero si queremos amosar á xente o que hai, iso que ninguén quere lembrar».