Ana Lago, presidenta en Galicia de la Asociación de Directores de Hotel: «Queremos crear comunidad porque el sector hotelero está muy atomizado»

No sabe muy bien el motivo, pero Ana Lago García (Muros, 1982) siempre tuvo claro que quería trabajar en el mundo de los hoteles. «Cuando era pequeña pasé una época en la que estuve enferma y tenía que ir mucho al hospital de Santiago. Siempre que pasaba por delante del Centro Superior de Hostelería decía que iba a estudiar allí, y así fue», rememora la muradana, que ha trabajado en algunos de los mejores grupos de España y desde hace unos meses es directora adjunta en el Hostal dos Reis Católicos. Ahora acaba de ser nombrada nueva presidenta en Galicia de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), y se marca como reto conseguir una mayor unidad en el sector.

—¿En estas dos décadas en el sector ha llevado una carrera fulgurante?

—Bueno, después de acabar los estudios hice prácticas fuera de Galicia, incluso decidí irme un tiempo a Inglaterra porque creo que es una experiencia que hay que vivir. El último período fue en el Barceló de Fuerteventura y me incorporé con este grupo a Galicia, donde trabajé en varios hoteles como el Embajador de Ferrol. Más tarde entré en compañías como Meliá, Zenit, y Oca, y fue en esta última donde tuve un mayor desarrollo, porque reabrí el balneario de Guitiriz y dirigí el de Foz. Y hace tres meses asumí la dirección adjunta del Hostal dos Reis Católicos.

—¿Cómo está el sector?

—Yo pienso que hay que hacer una reflexión sobre la situación del sector, porque el principal problema que tenemos en los hoteles actualmente es la falta de personal cualificado.

—¿Con todos los centros de formación que existen no hay suficientes trabajadores?

—No, y hay muchos centros de estudios y facultades que no están llenando las plazas que ofertan. Además, al acabar de estudiar, la gran mayoría de alumnos se van a trabajar fuera porque realmente es cuando hay que salir porque a nivel personal no tienes tantas ataduras.

—La mala fama del sector con horarios imposibles y trabajar los fines de semana no ayuda a conseguir plantilla.

—Yo creo que se han hecho las cosas mal en el sector de la hostelería, y en algunos bares y restaurantes se ha sufrido mucho. Pero a nivel de los hoteles la situación no fue tan grave, y se ha ido regularizando para mejorar las condiciones laborales, no solo a nivel salarial, sino también promoviendo la conciliación para poder tener una vida normal. Aunque hay excepciones, la situación ha cambiado, y también hay que pensar que existen muchas profesiones en las que hay que trabajar los fines de semana.

—¿Cuáles son los principales puestos en los que hay más carencia de personal?

—Ahora mismo donde hay una falta mayor de trabajadores es en los departamentos de personal de cocina y de sala.

—¿Por qué decidió presentarse al cargo de presidenta de los directores de hotel?

—Ya llevaba varios años asociada a la entidad y fui vocal por la provincia de Lugo cuando estaba de directora en el Oca de Foz, así que me lo propusieron y acepté.

—¿Qué retos se marca?

—Lo que queremos es crear comunidad entre los profesionales, el sector hotelero está muy atomizado, hay muchos pequeños establecimientos independientes que queremos que se asocien porque cuantos más seamos podemos conseguir mejoras para todos. Otro objetivo que nos marcamos es dignificar la profesión de director de hotel, además de seguir estando presentes en todos los foros turísticos y reforzar la formación turística. También queremos ponernos a disposición de los organismos públicos de Turismo para seguir apoyando y aportando.

«La comarca siempre ha atraído a un turismo más familiar, de visitantes que alquilaban pisos»

Aunque nunca ha trabajado en ningún hotel de la comarca, Ana Lago García conoce bien la situación del sector en la zona y lamenta que no haya más complejos, aunque cree que el panorama está cambiando porque cada vez es mayor el número de visitantes que desean pasar aquí sus días de descanso.

—¿Por qué cree que no hay tanta oferta hotelera?

—Desde mi punto de vista, la comarca siempre ha atraído a un turismo más familiar, de visitantes que alquilaban pisos y volvían todos los años. Sin embargo, se viene observando desde hace tiempo que cada vez hay una mayor demanda por venir aquí de vacaciones, y también se han abierto más establecimientos hoteleros. Yo creo que bien gestionados son una gran oportunidad turística por la que hay que apostar.

—Hablando de viviendas de uso turístico, en Santiago se están tomando medidas para regularizar e incluso se acaba de limitar el número de comercios turísticos, ¿cómo afecta esto al sector hotelero?

—Está claro que los pisos turísticos son competencia para nosotros, pero generalmente los clientes que acuden a hoteles son otro tipo público que buscan otros servicios, y en el caso del Hostal dos Reis Católicos tienen otro perfil.

—¿Después de recorrer los principales grupos hoteleros de España, ha tocado techo o descarta seguir creciendo?

—En mi caso he tenido mucha suerte, porque cada proyecto nuevo del que he formado parte me ha enriquecido. En todos los lugares en los que he estado he aprendido mucho y no me marco ningún techo. Mi única meta es aprender y aportar todo lo que pueda y pienso que ese es el camino.

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