Lucha desde hace años para que las mujeres sean libres para decidir dónde y cómo quieren tener a sus hijos
24 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Una niña de unos 8 años entra en una casa de Noia llena de trastos viejos y fija sus ojos en un extraño elemento. Pregunta por su utilidad y recibe como respuesta que se trata de una parideira. La propietaria, Manola Barcia, le ofrece todo tipo de detalles sobre la utilidad del artilugio, empleado para que las mujeres pudieran dar a luz de pie. Sin que aquella pequeña, Jesusa Ricoy Olariaga, fuera consciente de ello, entre aquellas antigüedades estaba surgiendo una matriactivista, una defensora de los derechos de las mujeres en general y de aquellos que afectan a la libertad de elección a la hora de tener a sus hijos en particular.
Años más tarde, analizando la trayectoria que le había ido deparando el destino, Jesusa Ricoy, una alicantina con raíces profundas en Noia que reside desde hace tiempo en Inglaterra, hacía suya una frase de Steve Jobs: «Él decía que la vida siempre tiene sentido en retrospectiva y yo lo vi claro». Tanto fue así que no dudó en enviar una carta de agradecimiento a Manola Barcia, que la recibió con 93 años.
Cambio vital
Por aquel entonces, Jesusa Ricoy ya estaba residiendo en Londres, a donde se fue a la aventura cuando tenía 18 años. Trabajó cuidando niños, como camarera e incluso en la primera tienda que Zara abrió en el Reino Unido, hasta que, con la llegada de su primer retoño, sufrió lo que califica de revolución interna: «Me di cuenta de que no estaba haciendo lo que quería y, atendiendo a un consejo de mi hermano, decidí convertir mi afición por la obstetricia en mi profesión».
Se formó en educación perinatal y ahora lleva una década ejerciendo desde dos perspectivas diferentes: «Cuando terminé los estudios me di cuenta de que, más que una profesora, era una activista. Fui consciente de que en mi parto había disfrutado de unas libertades que mis amigas de España no tenían». Asegura que en sus clases, más que dar pautas sobre cómo y dónde debe ser el parto, trata de facilitar opciones a las parejas, argumentándolas: «Soy partidaria de la libertad de las mujeres a decidir y si optan por el parto en casa, pues bien».
Desde otros frentes, Jesusa Ricoy es mucho más contundente. De hecho, fundó en el 2011 La Revolución de las Rosas, un movimiento en respuesta a unas caricaturas difundidas por la Sociedad Española de Obstetras y Ginecólogos, cuyo humor se sostenía en el menosprecio hacia las usuarias de estos servicios médicos y los protocolos y recomendaciones para el nacimiento. El alzamiento comenzó en España, pero se extendió por Europa y América latina, hasta alcanzar a una treintena de países.
Esta batalla también la llevó a convertirse, a mediados del 2015, en portavoz el Observatorio de Violencia Obstétrica, nacido para denunciar determinadas prácticas de las que son víctimas tanto las mujeres como el entorno que rodea las etapas del parto y la maternidad. Un año después se vio obligada a dejar el cargo por incompatibilidad con otros compromisos profesionales.
Escritora y guionista
Y es que Jesusa Ricoy imparte periódicamente charlas en universidades y foros relacionados con su ámbito de trabajo, y acaba de lanzar su primer libro: Mujeres de película, partos de ciencia ficción. Es un volumen que parte de su experiencia, forjada tras asesorar a más de cinco mil parejas, para tratar de desmontar tópicos sobre el alumbramiento: «En las películas se vende como si fuera algo terrorífico, siempre desde un punto de vista machista».
Incluso ha puesto el punto final a una segunda obra, que está pendiente del visto bueno de la editorial: «Es una guía de parto feminista, con una serie de pautas, entendiendo que nuestros cuerpos son nuestros y debemos decidir sobre ellos». Siempre le quedará clavada la espina de no poder dedicárselo a su primo: «Me hubiera encantado que Maxi Olariaga lo viera».
También está inmersa en un proyecto audiovisual, un documental que parte de una investigación para tratar de localizar en Noia la tumba de su abuela paterna para extenderse hacia el mundo de los partos en la Galicia de los años 30: «Se supone que ella parió 16 hijos en su casa noiesa y quiero saber qué ocurre desde ahí hasta los alumbramientos actuales, medicalizados y con cesáreas. En esta época, aunque la mujer gana poder público, se vuelve sumisa en lo relativo a los partos». Jesusa Ricoy sigue viendo su vida en retrospectiva, volviendo siempre a sus orígenes noieses.
Educadora perinatal. Jesusa Ricoy trabaja en la National Childbirth Trust, la organización benéfica para padres más grande del Reino Unido. Funciona desde 1956 y ha apoyado a millones de parejas.
Artista. Acaba de publicar un libro, Mujeres de película, partos de ciencia ficción; y prepara el segundo, además de un documental.