Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Una pluma cargada de pasión por el arte

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

El polifacético autor noiés acaba conseguir en Viveiro un premio en el certamen Vilar Ponte de Novela

01 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es un escritor tardío, pero con una dilatada carrera y jalonada de importantes premios en su currículo. Ramón Carredano Cobas (Noia, 1950) es un auténtico artista. Muy hábil con la pluma, pero con una afición musical muy prolífica. Este noiés, jubilado de banca, acaba de hacerse con un galardón en el Premio Vilar Ponte de Novela de Viveiro con su trabajo titulado Qwerty -las seis primeras letras del teclado del ordenador-.

Reconoce que empezó a escribir de casualidad. Durante más de 20 años fue directivo del Liceo de Noia. Se encargaba principalmente de las cuentas, y también de las actividades culturales. En una ocasión tuvo la idea de que se relatase la historia de la sociedad a través de las actas. El mismo se encargó de esta labor: «Quedou moi ben». El trabajo se publicó por capítulos en la revista Alameda del Liceo de Noia y gustó mucho.

La directora del Instituto Virxe do Mar Lola Arxóns, responsable también de la revista que edita el centro, le pidió que hiciese unos cuentos. Carredano descartó al principio la propuesta, pero, con insistencia, Arxóns consiguió que finalmente plasmase sus ideas en las hojas de la publicación: «A ela débolle ser escritor». Eso ocurrió en el 2002. Lola Arxóns le animó a escribir y a que presentara una obra al premio Avilés de Taramancos, que se convocaba por primera vez.

Primer galardón

No estaba muy convencido y explica que lo hizo «coa idea de facer morea, porque tiñamos medo de que houbera poucos ao ser a primeira vez. Ó final tocou a frauta e gañei». Frei Samuel fue la obra galardonada. Dos años más tarde volvió recibir el primer premio en el certamen. Después llegaría el Merlín, el más importante de la literatura juvenil, con el relato Unha branca de cobre para Martiño: «Tiven as musas de cara», manifiesta.

Ha publicado cinco novelas y está dando vueltas a otra en la que pretende recuperar el personaje de Frei Samuel. Comenta que es muy feliz escribiendo, pero lo hace cuando le viene la inspiración: «Cando me entra o verme escribo horas e horas, e outras veces paso moito tempo sen facer nada».

Ramón Carredano tiene múltiples facetas artísticas: es un enamorado de la música y el teatro. En la década de los 70 fundó con Pepe Agrelo la compañía Candea, con la que recorrieron toda Galicia: «Algunha obra representámola máis de cen veces. Noite de lobos foi o noso buque insignia, da que é autor Agrelo. Era traballar todos os fins de semana. Incluso nalgunha ocasión faciamos dúas obras nun par de sitios distintos o mesmo día. Era unha loucura». Precisa que era un teatro reivindicativo y en gallego: «No franquismo non estaba ben visto». Recuerda esa época con mucho cariño: «Foi unha etapa moi bonita na que o pasabamos moi ben».

Las tablas del Liceo de Noia fueron otro de sus lugares favoritos. Allí fundó el grupo teatral de la entidad, del que fue director. Lo dejó hace tres años, pero insiste en que no descarta volver a retomarlo: «O teatro engancha moito. É difícil abandonalo».

Implicación musical

La música es otra afición a la que le dedica parte de su tiempo. Es uno de los integrantes del grupo A Misela, que interpreta composiciones hispano-americanas, boleros y también temas gallegos: «Está funcionando moi ben. Levamos sete anos e temos dous discos». Esta formación musical tiene una agenda muy apretada, dado que además de recorrer toda la comarca también desarrolla actuaciones en diversos puntos de España, como Sevilla, Salamanca o Zaragoza.

Asimismo, Ramón Carredano forma parte del coro Atlántico, que dirige Alejandro Guillermo, la misma persona que lleva las riendas del de A Misela.

Este polifacético noiés, volcado con el mundo del arte en sus más diversas vertientes, siempre ha estado muy ligado a su localidad natal: «Nacín na Peregrina, ao lado da praza do Tapal, onde os nenos pasabamos case todo o día». La emoción brota de sus palabras al recordar a su padre: «Foi unha persoa moi especial. Era un home moi cariñoso, con moita imaxinación. Gustábanlle moito os nenos. Aproveitei moitos detalles del para incluílos nas miñas no velas. Fíxome pasar unha infancia marabillosa, a min e a meus irmáns».