Más de 7.300 niños de infantil y primaria ponen broche final al curso

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

NOIA

La cifra es menor a la del 2022, cuando 7.665 alumnos ocupaban las aulas

22 jun 2023 . Actualizado a las 11:58 h.

Fiestas con hinchables, caras pintadas y actuaciones pusieron punto y final al curso 2022/2023 para 7.397 niños barbanzanos, que recibieron con emoción la llegada de las vacaciones de verano. Este registro es el más bajo en los últimos años, pues la caída poblacional de la comarca ha arrastrado también las matrículas en los colegios.

Hace 12 meses eran 7.665 chiquillos los que despedían las clases hasta el siguiente septiembre, un número que, aunque mejor que el actual, sigue siendo menor que el de 2021, cuando se alcanzaron los 7.905. Si entonces se podía redondear a los 8.000 menores, a día de hoy es más correcto hacerlo hacia abajo, pues la tendencia descendente en los centros escolares es algo imparable en el último lustro en Barbanza.

Al margen de la pérdida de alumnado, la música y el baile fueron los mejores aliados de los chiquillos en el último día de escuela, o de la última semana, como es el caso del Jaime Balmes de Noia, en el que llevan cinco jornadas de diversión con torneos de diferentes deportes entre los cursos. Sus vecinos del María Assumpta optaron por decir adiós al curso haciendo rutas a pie con las que conocer el municipio o a destinos tan divertidos como el parque acuático de Cerceda o Manzaneda para los muchachos de primero y segundo de la ESO.

En otra línea fueron los festejos del CEIP Outes, que aunque hizo actividades para los pequeños este miércoles, explotó el cartucho más potente el pasado viernes con la gala del 50 aniversario del colegio y una exposición sobre los planes de futuro para el patio del recinto.

Por su parte, los pequeños de A Picota optaron por una actividad más relajante pero también más cansada: pasárselo bomba en los talleres que los maestros prepararon para ellos y entre los que destacan el de zumba y el de maquillaje facial.

La apuesta fue parecida en el colegio Castelao de Rianxo, donde niños de primaria e infantil gozaron de las colchonetas acuáticas. En Carnota supieron combinar las ganas de pasarlo bien con la importancia de los actos culturales, por eso invirtieron el martes en hacer juegos populares, y el miércoles, en un festival a puerta cerrada con el que celebrar la graduación de los de infantil y primaria que cambian de ciclo.

Los padres tienen hasta el 30 de junio plara formalizar la matrícula del nuevo curso

Con un sinfín de festivales y actividades para los niños como telón de fondo, los padres ya están pensando en el curso que viene y todo el papeleo necesario para que sus hijos accedan sin problemas a las clases que les corresponden. Para eso, disponen de plazo hasta el 30 de junio para formalizar las matriculaciones.

Este proceso, que empezó con los niños que cambiaron de etapa educativa en los centros adscritos a su zona, se inició en enero y acabó a principios de febrero. En el caso de haber escogido institutos o colegios diferentes, las familias tuvieron del 1 al 20 de marzo para decidir.

Conciliación

Aunque el final de las clases sea una fuente de alegría para los críos, muchos progenitores batallan en su cabeza sobre como conciliar trabajo y cuidados. Por esta razón muchos concellos ofrecen la posibilidad de que los niños asistan a campamentos de verano en los que reforzar el aprendizaje y pasar tiempo con los amigos.

Algunos centros, como el María Assumpta de Noia, han cedido a las AMPA las instalaciones para llevar a cabo actividades con los pequeños para que pasen las horas en un ambiente conocido. De este modelo destaca el carácter lúdico de las jornadas, que se centrarán en trabajar habilidades sociales con los alumnos así como dejarlos disfrutar de sus merecidas vacaciones sin incluir carga lectiva.