
Emprendedor e inquieto, transformó la pirotecnia familiar de Noia en una distribuidora de explosivos, tuvo una implicación decidida con el deporte de base y desarrolló múltiples aficiones
28 mar 2025 . Actualizado a las 20:36 h.¿Cuántas aficiones tenía José Antonio López Hernando?: todas. Popularmente conocido como Toñito o Fojeteiro, porque heredó la pirotecnia familiar, este vecino de Noia fue un hombre que supo ponerle chispa a la vida implicándose con pasión en ámbitos de lo más diverso. Emprendedor e inquieto, transformó el negocio que habían fundado sus antepasados en una empresa de distribución de explosivos y recuerda su hija Begoña que en sus comienzos llevaba en una mobylette las cajas de dinamita. Con esfuerzo y dedicación, la empresa fue creciendo y ganando clientes.
A los 83 años, Toñito se ha despedido de los suyos, a los que deja un inmenso legado humano y de conocimiento. Era un apasionado de la pintura, vocación que inculcó a sus hijos. Nunca expuso sus trabajos, pero sus obras forman parte del legado que dejó a los suyos. Porque el noiés era un hombre que se comía el mundo, pero teniendo siempre presente que la familia es lo primero. La pesca era otra de sus aficiones y la lectura, hasta el extremo de que su hija Begoña explica que tenía una inmensa biblioteca y que era frecuente verlo con un par de volúmenes a un tiempo. Todo despertaba su curiosidad, tanto que también hizo sus pinitos en la escultura y hasta acudió a clases de cocina y repostería. En materia empresarial, le gustaba estar a la última e implantó internet en su negocio cuando todavía era algo incipiente.
El tiempo le daba para todo a este hombre trabajador, que también defendió los intereses de los vecinos de Noia bajo las siglas del PSOE. Con Rafael García Guerrero como cabeza de cartel concurrió a las elecciones y afirman sus familiares que durante años se encargó de la organización de las campañas y también ocupó el cargo de secretario de organización.
Y si por algo sentía auténtica pasión era por el deporte base y, en concreto, por el baloncesto. Bajo sus órdenes aprendió la técnica un joven José Pérez. Cosas del destino, el tiempo quiso que aquel discípulo acabara convirtiéndose en adversario político en la corporación de Noia. El actual edil del NOIA recuerda con cariño a quien fue su entrenador y asegura que en varias ocasiones recibió felicitaciones suyas por medidas adoptadas en el ámbito del deporte. Quienes lo trataron recuerdan que era un hombre metódico y José Pérez subraya que le encantaba el análisis de los resultados políticos. Semanas antes de los comicios hacía proyecciones estadísticas. Además, Toñito o Fojeteiro fue miembro de la directiva del Liceo de Noia y presidente de la entidad de padres del colegio María Assumpta.
Sus restos mortales reposarán en el cementerio de Santa Cristina de Barro, después de haber recibido el último adiós por parte de familiares y amigos en la iglesia de San Martiño. El pleno de Noia realizó en su sesión del jueves un minuto de silencio en su recuerdo.