¿Qué hay del golazo de Ronaldo a Coca-Cola?
Un gesto, ¡golazo por toda la escuadra!, de Cristiano y ¡zas! la todopoderosa multinacional de Atlanta The Coca-Cola Company se deja 4.000 millones de dólares en el parqué. ¿Ha sido la acción del astro portugués (rechazar el refresco) un grito contra las bebidas carbonatas y su dañina ingesta? ¿Ha sido un acto inocente? ¿Ha sido revolucionario? En esto, como en todo, habrá opiniones. Yo me pregunto: ¿ha medido el crac luso su desplante a la multinacional? ¿En qué posición ha quedado la organizadora de la Eurocopa? ¿Creen ustedes que los herederos del señor Pemberton se quedarán con los brazos cruzados? ¿Tendrán algo que ver con los cientos de millones de seguidores que tiene el astro de Funchal en sus redes sociales? Pienso que Ronaldo nunca chuta sin saber dónde está la portería; que el agua, y las bebidas isotónicas también tienen sus multinacionales, y, que España necesita un 9. Por último, el capitalismo, visto lo visto, parece una coña. F. Javier Santo. Porto do Son.
Toca volar muy alto
Tras 30 días y 30 larguísimas noches, por fin papá regresas a casa. Ha sido una pesadilla que nos destrozó a pedazos, pero nunca estuvimos solas, hemos sentido todo el cariño y fuerza de los que nos acompañaron en esta durísima zancadilla que nos dio la vida y eso es lo único que recordaremos para siempre. Hasta ganado una gran batalla, siéntete muy orgulloso; ahora toca recuperarse y volver a ser el hombre fuerte y valiente que siempre has sido, agárrate bien fuerte a nuestros hombros porque toca volar muy alto. María Carnicero Iglesias.
Por las víctimas de la violencia irracional
Soy fundador y actual tesorero de la Asociación Gallega de Padres y Madres Separados. Con el corazón encogido y el entendimiento nublado por la ira, deseo solidarizarme con el inmenso dolor de doña Beatriz Zinmerman. La execrable salvajada cometida por el engendrador de sus hijas (llamarle padre sería denigrar a los padres) golpea las conciencias de los bien nacidos. También me solidarizo con el padre de Yaiza, la niña de cuatro años asesinada por su engendradora, y con todas las víctimas de la violencia irracional cometida por cualquier persona. Lástima que los que acabaron suicidándose no hubiesen empezado por
ahí. Antonio M. Díaz Piñeiro.