Adrián Mosquera se va de Tokio sin medalla, pero con la mirada puesta en París

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

Adrián Mosquera, compitiendo en la bahía de Tokio
Adrián Mosquera, compitiendo en la bahía de Tokio CEDIDA

El rianxeiro reconoce que esperaba más tras las marcas de los entrenamientos antes de viajar a Japón, aunque está feliz por la experiencia y el apoyo recibido

04 sep 2021 . Actualizado a las 12:43 h.

El sueño de Adrián Mosquera se cumplió al clasificarse para los Juegos Paralímpicos de Tokio, pero una vez en ellos quería más. El rianxeiro compitió esta madrugada del viernes al sábado en su especialidad, la canoa, con la vista puesta en las medallas. No pudo ser, ya que no se logró clasificar para la final que daba derecho a pelear por el podio en VL3 200 metros, pero una vez concluida la experiencia en la capital nipona, el siguiente objetivo ya es París.

Lo cierto es que el rianxeiro no tuvo opción en su semifinal, en la que acabó quinto, a casi cuatro segundos del ganador y a tres de la tercera plaza, última que le habría dado el pase para la lucha por los metales. Así, tuvo que remar en la final B, en la que logró la tercera posición. «A verdade, que vir de gañalo todo a isto é un golpe duro», reconoció Mosquera tras finalizar la competición: «Chegamos como un dos favoritos e creo que iso notouse na presión, ademais de ser a miña primeira experiencia nuns xogos».

Adrián se marcha sabiendo que fue «a por todas» y que esta es «unha caída da que hai que levantarse». Todo para «volver a intentalo», porque este año «con todo o conseguido foi incrible, e París está cerca».

Adaptación

La pandemia lo marca todo, y la preparación de un deportista de alto nivel no escapa al virus. «Eu diría que o problema foi a adaptación a este lugar. Creo que cheguei moi cansado de competir. Adestrando a última semana en Sevilla fixen tempos de récord persoal e todo pintaba moi ben. Mais creo que o cambio de estar toda a semana sen exercitarme pola viaxe e estar aquí outros dous días sen tocar a auga prexudicoume», explicó el barbanzano.

«Chegamos como un dos favoritos e creo que iso notouse na presión»

Él lo tiene claro: «Persoalmente houber preferido facer a corentena de 15 días xa en Xapón, pero non puido ser posible». Aun así, Mosquera está «moi feliz, porque de primeiras o obxectivo era clasificarse». No oculta su grado de decepción al no haberle acompañado los resultados cuando «ves que vas tan ben». Pero sale reforzado, por la experiencia y por haber comprobado las innumerables muestras de ánimo que le llegaron de Rianxo y la comarca: «Estou contento, o apoio foi brutal».

Ahora toca descansar para después seguir entrenando. Con 25 años, Mosquera tiene muchos retos por delante y París, en el 2024, es una cita marcada a fuego en el calendario.