Miss Mundo Galicia

RIBEIRA

13 ago 2016 . Actualizado a las 05:15 h.

Suena un poco pretencioso, pero es lo que figura en su banda. La joven de Ribeira Zulema Vázquez Rey es la actual Miss World Galicia 2016. «Tengo que estar en Barcelona en septiembre para participar en el certamen nacional, cuyo premio es ir a Washington a la gala mundial que se celebrará el 20 de diciembre», comenta desde Negreira, la localidad en la que vive. «Es que me queda a una hora de todos lados», afirma. La aseveración merece un análisis profundo, pero hoy no se trata de eso. Este verano se cumplen setenta años desde que se presentó el primer bikini y nuestra representante posa con esta prenda y su inseparable banda en las fervenzas de San Xusto. «Si nos han escogido será por algo, así que todas las que vamos tenemos opciones», comenta sobres sus posibilidades de triunfo en este concurso que, como pasa en general con todos los de belleza, no atraviesa por sus mejores momentos de popularidad. De hecho se iba a celebrar en julio y se aplazó al otoño, explican, por interés de los patrocinadores y para que pudiese estar presente la ganadora de la edición anterior. Zulema tiene 23 años, le gusta estar con su familia y con las amigas, y no tiene novio. «Ni quiero. Mejor sola que mal acompañada», sentencia. Su playa favorita es la del Vilar, en Ribeira, me cuenta esta joven que se prepara para ser nutricionista y entrenadora personal. «Yo como de todo, y hasta un poco de chocolate de vez en cuando. Mientras la genética me lo permita...», afirma Zulema, que si pudiese elegir un menú escogería de primero camarones o gambas al ajillo y cualquier carne o pescado de segundo. «No me gusta la verdura», confiesa Miss Mundo Galicia.

POR EL BARBANZA

Me pasa como a Zulema, como de todo, incluida la verdura, pero la genética no me lo permite. A este ritmo... Y eso que no tuve tiempo a ir a Casa Salvador, en Negreira, donde vive Miss World. Tengo un amigo que siempre me dice que los riñones y el bacalao al horno de este restaurante son insuperables. Donde sí tuve oportunidad de ir es a Pepe do Coxo, en O Freixo, enfrente de Portosín. Aquí, además de las ostras y almejas, los pescados son los reyes de la mesa. Por orden alfabético, desde el abadejo, los tienen todos. Un espectáculo. Al acabar el San Martiño en caldeirada saludé a Manolita, la cocinera y mujer de Pepe. Me enseñó la cocina ya reluciente y sin rastro de grasa preparada para el servicio de noche. La ruina para Chicote. Hablando de pescados, me encantó el ambiente del mercado de Noia. Puestos repletos de pescado, mucha clientela y oferta variada. Y también fui a otros locales interesantes en Portosín y Porto do Son. En esta última localidad, el Jape, famoso por su arroz con lubrigante, ya no está donde siempre, sino en un hotel gastronómico cercano al que todo el mundo sigue conociendo como Jape a pesar de que no figura con este nombre en ningún cartel. Otro clásico que nunca falla. Qué pena no ser de constitución delgada como Zulema.